Con Chávez en el poder empieza en la región una tendencia general de apoyo a los candidatos izquierdistas: Lula da Silva, en Brasil; Evo Morales, en Bolivia; Michelle Bachelet, en Chile...

Quito. El eje político de América Latina se ha inclinado hacia la izquierda en los últimos 25 años y este fenómeno que toma fuerza en lo nacional y local se  atribuye al incumplimiento de las agendas sociales propuestas durante muchos años por los gobiernos neoliberales de turno, sostuvieron expertos académicos.

En el encuentro internacional "El Giro a la izquierda de los gobiernos locales en América Latina", que se desarrolló este jueves en la capital ecuatoriana, el director de la Facultad de Ciencias Políticas de la Flacso, Felipe Burbano, señaló que esta transición ocurrió entre 1980 y 1990 cuando diferentes partidos y movimientos de izquierda empezaron a tomar protagonismo en una esfera política desencantada de los mandatos de la derecha tradicional.

Según Burbano este vuelco es un fenómeno que inició en Venezuela con la presidencia de Hugo Chávez, en 1999, y se consolidó paulatinamente en los años siguientes con la creación de constituyentes en Venezuela, Ecuador y Bolivia. “La conformación de constituyentes son fiestas refundacionales y surgen como una onda expansiva del proceso venezolano”, sostuvo.

Burbano enfatizó que este proceso consiguió una ruptura con las lógicas de exclusión e inició procesos de socialización y transformación en las estructuras políticas, sociales y económicas enfocadas sobre todo en la disminución de la pobreza y la equidad social. “Entre la reforma y la revolución no hay discontinuidad, son procesos que están conectados”, afirmó.

Con Chávez en el poder empieza en la región una tendencia general de apoyo a los candidatos izquierdistas: Lula da Silva, en Brasil; Evo Morales, en Bolivia; Michelle Bachelet, en Chile; Alan García, en Perú; Daniel Ortega, en Nicaragua; y Rafael Correa, en Ecuador.

Fernando Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Ecuador (Flacso), afirmó que pese a las tendencias generales hacia la izquierda en lo nacional, aún no se consolida una tendencia izquierdista o derechista en los procesos locales.

“La izquierda siempre cuestionó a lo local como un espacio secundario, sin embargo, luego entendió que los gobiernos locales son el espacio estatal más cercano a las personas y un lugar importante  para posicionar la representación política”, dijo.

Sustentado en una investigación que realizó con los resultados electorales desde 1980 hasta la actualidad y tomando como base 61 ciudades con una población de un millón de habitantes, el catedrático afirmó que las diez ciudades más grandes de la región están bajo administraciones de izquierda.

Sin embargo, el director ejecutivo del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (Celaep), Sebastián Mantilla, señaló que las alcaldías de Lima, Quito y Bogotá (gobiernos de derecha) generan en los partidos y movimientos oficialistas cuestionamientos sobre la independencia de las dinámicas locales y plantea la necesidad de debatir la política desde las ciudades.

Mantilla aseguró que en el entendimiento de lo local no funciona la lógica de derecha-izquierda y más bien predomina la factibilidad de propuestas encaminadas a la satisfacción de necesidades básicas.

“Latinoamérica se caracteriza por muchas izquierdas: la nueva izquierda, la izquierda populista, el socialismo del siglo XXI dependiendo de diversos elementos ideológico y es necesario definir que es un gobierno de izquierda, que quiere un gobierno de izquierda y también desnacionalizar la política”, afirmó Mantilla.

Sin embargo, los tres profesores concuerdan en que el giro hacia esta corriente permitió la concentración de poder político en el Ejecutivo y de esta forma recuperar el rol rector que el Estado había perdido –en términos de recuperación económica- en los gobiernos neoliberales.