Assad aceptó, pero aún no implementa, el plan de paz de seis puntos de Annan. El programa incluye el cese al fuego y la salida del ejército de ciudades y pueblos, y que se permita el ingreso de ayuda humanitaria.
Las naciones occidentales y árabes incrementaron el domingo la presión verbal sobre el presidente sirio, Bashar al-Assad, y desestimaron que el mandatario haya aceptado un plan para terminar con un año de derramamiento de sangre.
No obstante, no llegaron a acordar la entrega de armamento a los rebeldes o el total reconocimiento al consejo de transición.
Los "Amigos de Siria" instaron además al enviado de Naciones Unidas y la Liga Arabe, Kofi Annan, a determinar una línea de tiempo con los próximos pasos, entre ellos un retorno al Consejo de Seguridad de la ONU, si el líder sirio no detiene el derramamiento de sangre.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó la muerte de al menos 41 personas en todo el país el domingo.
En un comunicado final, el grupo de 83 países dijo que Assad tenía un plazo definido para cumplir sus compromisos ante Annan.
China y Rusia, aliados de Siria en el Consejo de Seguridad, no participaron en la conferencia en Estambul.
Assad aceptó, pero aún no implementa, el plan de paz de seis puntos de Annan. El programa incluye el cese al fuego y la salida del ejército de ciudades y pueblos, y que se permita el ingreso de ayuda humanitaria.
Los "Amigos de Siria" reconocieron al Consejo Nacional Sirio (SNC) como un representante legítimo del pueblo sirio.
El grupo no mencionó la posibilidad de entregar ayuda o armas al Ejército de Siria Libre (FSA, por sus siglas en inglés) como pedían algunos Estados árabes, pero dijo que seguiría "trabajando en medidas adicionales apropiadas, con vistas a la protección del pueblo sirio".
Ayuda para los rebeldes. Estados del Golfo Pérsico de línea dura probablemente interpreten la frase como una licencia para financiar al FSA. Por su parte, Estados Unidos y otra naciones podrían enviar equipamiento no letal a la oposición.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo en la conferencia que su Gobierno estaba proporcionando equipos de comunicaciones a la oposición civil siria y fustigó a Assad por no implementar el plan de paz.
"Casi una semana ha pasado, y tenemos que concluir que el régimen está sumando esto a su larga lista de promesas incumplidas", comentó.
Chris Phillips, experto en Oriente Medio de la Universidad de Londres, dijo que era poco lo que se había logrado la reunión.
"Tienen una cantidad de influencia muy pequeña que puede ejercer sobre el régimen de Assad", dijo el experto, destacando que la aceptación del grupo del plan de Annan había eliminado efectivamente la demanda previa de Estados árabes y occidentales para la salida del presidente sirio.
Pausas en la Violencia. Los "Amigos de Siria" instaron a los sirios, especialmente a los que trabajan en el ejército, agencias de seguridad y el Gobierno a "no ser parte de las atrocidades cometidas por el régimen".
El grupo pidió medidas internacionales para negar la entrega de armas a Damasco, y demandó el acceso de ayuda humanitaria, con pausas de dos horas al día en los enfrentamientos para permitir la entrega de la ayuda.
Medios sirios ridiculizaron la reunión. Baath, el diario del partido de Gobierno, la llamó "un revoltijo regional e internacional para encontrar modos de matar más sirios y destruir nuestra sociedad y país, para lograr la meta general de debilitar a Siria".
Annan se presentará el lunes ante el Consejo de Seguridad para dar cuenta de sus esfuerzos ante el conflicto, en el que han muerto más de 9.000 personas, según estimaciones de la ONU.
Si el plan de Annan fracasa, las siguientes medidas podrían incluir un retorno al Consejo de Seguridad para obtener una resolución vinculante.
Si Annan muestra progresos, los diplomáticos del Consejo afirman que podrían empezar a trabajar en una resolución para enviar entre 200 y 250 observadores de la ONU para supervisar un eventual cese al fuego.