Los analistas coinciden en que no hay condiciones para el diálogo, sobre todo mientras Nicolás Maduro mantenga su agresivo discurso y amenazas contra dirigentes opositores.
El fantasma del golpe ha asustado a Venezuela desde hace mucho. Desde la breve salida del poder del presidente Hugo Chávez en 2002 las conspiraciones golpistas se convirtieron en la táctica del chavismo. Durante las más recientes elecciones, el heredero de Chávez también la usó. Días antes de las elecciones acusó al líder de la oposición, Henrique Capriles, de planes para sabotear, atentar y desconocer los resultados. Cuando comenzaron las marchas, el 12 de febrero, el gobierno de nuevo denunció los planes golpistas de la oposición y recordaron los hechos de hace once años. El ministro de Petróleo y Minería y presidente de la estatal PDVSA, Rafael Ramírez, señaló que "los hechos no se diferencia para nada de la actitud actual de la oposición".
Maduro asegura que enfrenta "un golpe de Estado continuado" de opositores a los que acusa de vínculos con países extranjeros, entre ellos Estados Unidos y Colombia. Según el mandatario, los que pretenden atentar contra su gobierno buscan fabricar una imagen de una "justa protesta reprimida por un gobierno dictatorial para justificar golpes de Estado, magnicidio" e incluso "la intervención de alguna potencia" en Venezuela.
Capriles emplazó el mes pasado a Maduro a dar pruebas de los supuestos planes de derrocamiento y cuestionó si podría tratarse de un golpe al interior del mismo chavismo."¿Dónde están los detenidos que iban a dar ese golpe? (...). ¿Es golpe o autogolpe?", dijo Capriles en esa oportunidad.
Denuncias. Tras seis semanas de protestas, que han dejado 32 muertos y 400 detenidos, este martes 25 de marzo el presidente Maduro reveló la captura de tres generales acusados de tramar un "golpe de Estado". "En la noche de ayer, capturamos a tres generales de la aviación que veníamos investigando", dijo Maduro en una reunión con cancilleres suramericanos en Caracas.
Sin identificarlos, dijo que esos tres generales "pretendían alzar (a) la Fuerza Aérea contra el gobierno legítimamente constituido" y estaban relacionados con la oposición. "Este grupo capturado tiene vínculos directos con sectores de la oposición y decían que esta semana que se inicia era la semana decisiva", añadió el presidente.
Maduro dijo que los tres militares ya fueron presentados ante un tribunal militar. "Esa información se maneja a nivel de (la)Presidencia", dijo a la AFP, una fuente de la Fuerza Aérea al ser consultado sobre el nombre y rango de los uniformados. Fernando Falcón, teniente coronel en retiro y historiador en asuntos militares, comentó a la AFP que "esta es la primera vez que son detenidos generales acusados de golpes de Estado" en los 15 años de gobiernos chavistas.
Diálogo, cada vez más lejano. Las denuncias coinciden con la llegada a Caracas de una comisión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que pretende acompañar el diálogo político con la oposición. “Para nosotros es muy importante que la Unión Suramericana de Naciones nuevamente se haya activado para acompañar el proceso de defensa de la democracia en uno de nuestros países”, expresó Maduro.
Pero el diálogo se hace cada vez más lejano. La cita de Unasur ocurre luego de semanas de fallidos intentos del mandatario para convocar a la oposición y el movimiento estudiantil que lideran las protestas desde el 4 de febrero por la inseguridad, la crisis económica, la detención de manifestantes y la represión de la fuerza pública.
Los analistas coinciden en que no hay condiciones para el diálogo, sobre todo mientras Maduro mantenga su agresivo discurso y amenazas contra dirigentes como el líder opositor Henrique Capriles o el alcalde del municipio opositor Chacao, Ramón Muchacho, a raíz de las protestas callejeras en Caracas. “El presidente convoca al diálogo y al mismo tiempo hostiga a sus adversarios, eso no es un llamado genuino al diálogo, no hay las condiciones para hacerlo", dijo a la AFP la politóloga Carmen Beatriz Fernández.
El gobierno, por su parte, ha dicho que ha llamado al diálogo en múltiples ocasiones y la oposición no ha querido participar.