Militares retirados, muchos de ellos amigos, compañeros de promoción o cercanos a las máximas autoridades, se mantienen cerca del poder, en varios puestos de diferentes instituciones, incluso en algunas clave relacionadas con la seguridad o en puertos.
Ciudad de Guatemala. En prácticamente todas las esferas del gobierno hay algún militar retirado, en ministerios, secretarías y otras instituciones bajo intervención o autónomas.
Expertos en seguridad ven una “rearticulación” de círculos militares, varios de los cuales coincidieron en alguna fase del proceso de paz o el conflicto armado interno, pero también creen que así como en esta administración sucede con egresados del Ejército, en gobiernos anteriores pasó con otros grupos, como simpatizantes ideológicos, colegas empresarios o excompañeros de colegio.
Los grupos. Afuera del ministerio de la Defensa, que por mandato legal es dirigido por militares, el presidente Otto Pérez Molina, general de División retirado (r), está rodeado por viejos compañeros y conocidos de estudio en la Escuela Politécnica.
El teniente coronel (r) Mauricio López Bonilla es uno de sus más cercanos, en la cartera de Gobernación. Este, a su vez, tiene confianza en el viceministro de Seguridad, Edi Juárez Prera, de la promoción 93, dos después que la del ministro.
Muy cerca, en la Secretaría de Inteligencia Estratégica (SIE), figura un especialista en inteligencia, el exministro de la Defensa, general (r) Ulises Anzueto —de la misma promoción que Juárez—, quien rápidamente consiguió la confianza del mandatario, y luego de retirarse del Ejército por cumplir su tiempo de servicio fue colocado en esa secretaría de Estado.
Descargue: Amplia presencia en el Ejecutivo
El general (r) Édgar Ricardo Bustamante, junto con Anzueto, López Bonilla y Pérez Molina forman parte del grupo “gramajista”, es decir afines al general Héctor Gramajo, el ministro de la Defensa de Vinicio Cerezo.
Bustamante es el coordinador de la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad, que asesora al Ejecutivo y discute asuntos de seguridad con el fin de recomendar acciones y políticas al respecto.
El encargado de la seguridad del mandatario es el coronel (r) Wálter David Zepeda, secretario de Asuntos Administrativos y de Seguridad.
Otros cargos. Mario Mérida, coronel (r) que ingresó en la Escuela Politécnica al año siguiente que el mandatario, es ahora el director general del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos en Seguridad, en el Sistema y Consejo Nacional de Seguridad.
El ex ministro de la Defensa de Óscar Berger, general (r) Carlos Humberto Aldana Villanueva, y el compañero de promoción de Pérez Molina, el general (r) Roberto Eduardo Letona Hora, trabajan en el Ministerio de Relaciones Exteriores como asesores del despacho.
El director-interventor de la Dirección General de Aeronáutica Civil es el teniente coronel, piloto aviador, Jair Alberto Samayoa, mientras que hace poco más de una semana fue juramentado Carlos Antonio Lainfiesta Soto, quien fue comandante de la Marina, como interventor de la Empresa Portuaria Quetzal.
También figura el presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Juan de Dios Rodríguez, exsecretario privado de Pérez Molina y compañero de promoción del diputado oficialista Estuardo Galdámez, ambos de la 108.
El secretario privado de la vicepresidenta Roxana Baldetti, Juan Carlos Monzón Rojas, también estuvo por un corto tiempo en el Ejército, y el alcalde de Mixco, Otto Pérez Leal, hijo del mandatario, es de la promoción 121.
Análisis. “Demuestra que hay círculos que siguen estando unidos una vez que están fuera. No es que se encontraron hace 10 años y ahora otra vez, sino que son hilos conductores que se han estado forjando posterior a que estuvieron en el Ejército, a través de la participación en empresas conjuntas o en áreas de acción donde también pueden estar conjuntamente”, afirmó Carmen Rosa de León-Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible.
La experta en temas de seguridad indicó que este gobierno “les abrió las puertas” de puestos de alto nivel a varios militares retirados, lo que implica que hay toda una orientación de naturaleza castrense en instituciones de seguridad.
De acuerdo con Lorena Escobar, abogada y analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, así como en este gobierno ocurre con militares, en otras administraciones también ha sucedido lo mismo, pero con otros grupos, ya sea del partido en el poder o de sectores afines.
“Cuando alguien pertenece a un gremio, oficio o a una profesión, entonces se rodea de aquellos que son de su confianza y conoce, y eso se da por la convivencia y el conocimiento a través de los años, y normalmente es en la formación, en la universidad o en la academia”, refirió Escobar.