Washington anunció la suspensión de inversiones y comercio bilateral, así como de todos los vínculos militares con Rusia por la crisis en Ucrania, incluyendo la suspensión de ejercicios militares y visitas a puertos.
Washington. Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se tensaron luego que la Casa Blanca amenazó con imponer sanciones económicas y militares a Moscú para responder a los informes del uso de fuerzas rusas en la sureña región ucraniana de Crimea.
Washington anunció la suspensión de inversiones y comercio bilateral, así como de todos los vínculos militares con Rusia por la crisis en Ucrania, incluyendo la suspensión de ejercicios militares y visitas a puertos.
Antes de eso, las naciones occidentales bajo el paragüas de Estados Unidos suspendieron los preparativos para la cumbre del G8 programada en la ciudad rusa de Sochi, que recién albergó los Juegos Olímpicos de Invierno. Se prevén incluso más acciones estadunidenses en caso de un empeoramiento de la crisis ucraniana.
El presidente ruso, Vladimir Putin, defendió sus acciones el último fin de semana en una conversación telefónica con su colega estadunidense, Barack Obama, al argumentar que Moscú tiene el derecho de proteger a étnicos rusos en Ucrania, que consideró están bajo una amenaza directa. La Casa Blanca llamó al Kremlin a contenerse.
Mientras las relaciones entre ambos países obviamente se perfilan hacia el peor de los escenarios, la pregunta es: ¿qué tan mal pueden terminar y si podrán recomponerse?
"Estamos viendo ahora la política rusa de mantener un bajo perfil en llamas", dijo a Xinhua Nile Gardiner, director del Centro para la Libertad Margaret Thatcher de la Fundación Heritage.
Gardiner aludía a la política de renovados lazos y cooperación entre los dos países que puso en marcha el presidente Obama cuando asumió la presidencia.
Sin embargo, otros prefieren una posición de esperar y mirar. Michael Hanlon, un estudioso de la Institución Brookings, un centro de investigación con sede en Washington, dijo a Xinhua que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia debería observarse como un cajón de sastre.
"La principal cosa que necesitamos mantener en mente es que aún si no nos gusta hasta dónde ha ido Putin, esto es potencialmente recuperable", dijo.
En tanto, el gobierno de Obama está evaluando las opciones para detener lo que considera una "agresión rusa". Algunas opciones incluyen sanciones bancarias, congelamiento de bienes y prohibiciones para visas de viajes, aunque los detalles siguen sin conocerse.
Pero algunos expertos creen que el balón está en estos momentos en la cancha rusa, mientras que la vasta riqueza petrolera del país hará difícil usar las palancas de corto plazo para presionar el Kremlin.
Más aún, Rusia también suministra cuantiosas cantidades del gas natural que consume Europa.
Expertos dijeron que una incursión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) encabezada por Estados Unidos contra Rusia es poco probable, luego que una década de conflictos en el Medio Oriente ha dejado a los estadounidenses hastiados de la guerra y ha contribuido a elevar la deuda del país.
Añadieron que Estados Unidos y sus aliados recurrirán a las soluciones diplomáticas en un intento por amainar la situación en Crimea y disuadir a Rusia de incursionar aún más en Ucrania.
¿Tendrán impacto las sanciones? Los críticos han dicho en años recientes que la diplomacia de Obama carece de brillo y señalan a su gobierno de ignorar puntos largamente argumentados que interesan a Rusia.
Aún así, este podría ser uno de los pocos momentos en que los republicanos se pongan al lado de Obama, al menos mientras compartan las medidas que éste disponga y que su gobierno está evaluando a la luz de los sucesos del último fin de semana, dijo el estratega republicano Ford O'Connell a Xinhua.
Pero si no les gusta la respuesta de Obama o si la consideran débil, el presidente enfrentará una oleada de intensas críticas, añadió O'Connell.
Algunos expertos dudan incluso que las sanciones estadunidenses, aun si las ejecutan, tengan impacto en Rusia.
Christopher Galdieri, profesor asistente del Colegio Saint Anselm, dijo a Xinhua que las opciones para Washington son limitadas debido a que Estados Unidos tiene menos influencia de la que la mayor parte de la gente se da cuenta.
"Si el líder de un país muy poderoso y grande del otro lado del mundo decide una acción militar en contra de un vecino de menor tamaño y débil, hay muy poco que cualquier presidente (de Estados Unidos) pueda hacer para impedirlo", dijo.
La crisis política de Ucrania, que se originó en protestas contra la decisión del presidente Viktor Yanukovych en noviembre pasado de poner un acuerdo de asociación con la Unión Europea en espera de lograr la ayuda de Rusia, escaló en las dos últimas semanas como consecuencia de enfrentamientos sangrientos entre manifestantes y la policía. Yanukovych fue expulsado en consecuencia por el parlamento y tuvo que volar a Rusia.
La República Autónoma de Crimea, donde predomina el idioma ruso, en el sur de Ucrania, es ahora el epicentro de una crisis en curso. Unos 50 hombres armados que llevaban banderas de la marina rusa asumieron el viernes el control de dos aeropuertos en la capital de Simferopol, un día después de que otros hombres ocuparan el parlamento local y edificios del gobierno.
El ministro ucraniano interino del Interior, Arsen Avakov, dijo en su página de Facebook que fuerzas navales rusas, que tienen una base en la Península de Crimea, estaban detrás de la toma de ambos aeropuertos, aunque Rusia negó cualquier tipo de involucramiento.