La Comisión de la Verdad sobre la dictadura brasileña (1964-1985) buscará establecer si la persecusión contra algunas empresas fue para beneficiar a las que financiaron el golpe. Confeccionan un listado de empresas perseguidas.
La Comisión de la Verdad sobre la dictadura brasileña (1964-1985) comenzó a investigar la persecución militar contra un grupo de empresas que debieron cerrar con el aparente propósito de beneficiar a otras, como la aerolínea Varig.
La Comisión, creada en 2011 por la presidenta Dilma Rousseff, informó que al menos cinco grandes empresas desaparecieron durante el régimen de facto y una de ellas fue la aerolínea Panair, que era la mayor del país y realizaba vuelos a Europa, cuya licencia fue anulada en febrero de 1965.
"Ya fueron presentadas ante esta comisión una lista de empresas que habrían sido perseguidas y las vamos a investigar" afirmó Rosa Maria Cardoso, uno de los 7 miembros del organismo y ex defensora de la presa política Rousseff en 1970, citada por la agencia de noticias Ansa.
Cardoso sostuvo que el cierre de esa empresa aérea pudo estar motivada en una persecución a los empresarios que tuvieron el respaldo de presidentes civiles como Juscelino Jubitscheck, (1956-1961) y Joao Goulart, derrocado por el golpe de 1964.
La Comisión de la Verdad, que ya estudió la complicidad de la Federación de Industrias de Sao Paulo con la represión, ahora abrió otro frente de pesquisa, con la hipótesis de que varias empresas fueron presionadas para eliminarlas del mercado a favor de otras que eran próximas a los militares.
Paulo Sergio Pinheiro, otro integrante de la Comisión, declaró que, al parecer, el gobierno militar favoreció aquellos grupos privados que "financiaron" el derrocamiento del presidente constitucional Joao Goulart el 31 de marzo de 1964.