El dirigente camionero quedó enfrentado con la presidenta Cristina Fernández por sus insistentes demandas para que se ajusten salarios afectados por una elevada inflación y para que baje la carga tributaria sobre los sueldos.
Buenos Aires. El combativo dirigente camionero Hugo Moyano, convertido en opositor a la presidenta Cristina Fernández, fue reelecto el jueves como jefe de la mayor central sindical argentina, que quedó debilitada por la división entre opositores y partidarios del gobierno.
Moyano, quien controla los sindicatos ligados al transporte en uno de los mayores exportadores mundiales de granos, quedó enfrentado con Fernández por sus insistentes demandas para que se ajusten salarios afectados por una elevada inflación y para que baje la carga tributaria sobre los sueldos.
Moyano consiguió la reelección al frente de la Confederación General del Trabajo (CGT), históricamente ligada al gobernante partido peronista al que pertenece Fernández, pese a una deserción de gremios disgustados con la actitud opositora del dirigente camionero.
Las deserciones fueron estimuladas por el gobierno mediante el apoyo a dirigentes sindicales opuestos a Moyano.
Se espera que en octubre otro congreso sindical, en el que participarán representantes de empleados de las industrias automotriz y metalúrgica, elijan otro secretario general, formalizando la ruptura de la CGT.
"Hoy hay una sola CGT (...) después habrá un club de amigos", dijo sobre la esperada división el líder del sindicato de empleados judiciales, Julio Piumato, fiel a Moyano.
El líder camionero ha desafiado a la mandataria argentina en las últimas semanas con huelgas y manifestaciones.
Según analistas, la virtual división del movimiento sindical quita a Moyano poder de fuego sobre el gobierno, pero su férreo control de gremios clave, incluido uno que agrupa a trabajadores petroleros, le otorga aún fuerza suficiente para paralizar al país.
Votar a otro. Tras la confirmación de su reelección, que no tuvo votos en contra de los representantes sindicales congregados en un estadio de la capital argentina, Moyano criticó nuevamente las políticas oficiales y dijo que la alta inflación en Argentina era ya "insostenible".
Además, se refirió a la creciente inseguridad ciudadana por la expansión del delito en el país sudamericano. "Es un tema importantísimo que los trabajadores vamos a tener en nuestra agenda", dijo Moyano.
El camionero, que desde el rudo mundo sindical argentino se convirtió en uno de los dirigentes con mayor poder en el país, denunció que el gobierno presionó a organizaciones sindicales para que no acudieran al congreso de la CGT, indicando que dejarían de recibir ayudas financieras para desempleados.
Moyano también afirmó que si el gobierno no escuchaba las reivindicaciones de su sector, "la respuesta de los trabajadores tiene que ser en las urnas", ya que "no podemos a votar a quien desprecie a los trabajadores".