El Canciller argentino aprovechó la visita a la ONU para reiterar que su país considera "ilegal" el referéndum celebrado en las Malvinas el pasado 10 y 11 de marzo.
Argentina conmemorará el próximo martes el trigésimo primer aniversario de la guerra con el Reino Unido por las Malvinas con un renovado reclamo de soberanía sobre las islas que en los últimos días ha llevado nuevamente al seno de Naciones Unidas.
Según informaron fuentes oficiales, la presidenta argentina, Cristina Fernández, encabezará el día 2 en la ciudad de Puerto Madryn (1.317 kilómetros al sur de Buenos Aires) el acto por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.
Allí se espera que, como todos los años, la mandataria renueve los reclamos a Londres para iniciar un diálogo sobre la soberanía del archipiélago, bajo dominación británica desde 1833.
Esta semana esa demanda fue llevada nuevamente por el canciller argentino, Héctor Timerman, a las Naciones Unidas, adonde esta vez acudió con altos representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del Mercado Común del Sur (Mercosur) para demostrar el respaldo de la región a la posición argentina.
Allí, Timerman se reunió el pasado martes con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y con el presidente del Comité de Descolonización de la ONU, Diego Morejón.
En el encuentro, según reveló el propio Timerman, Ban Ki-moon le comunicó que el Reino Unido rechazó los buenos oficios ofrecidos por el secretario general para promover un diálogo bilateral en torno a la cuestión Malvinas.
"El secretario general nos ha confirmado que a pesar de las resoluciones de la ONU que le otorgan el mandato de hacer gestiones de buenos oficios, y a pesar de que Argentina las acepta, el Reino Unido ha mostrado su rechazo a la petición de buenos oficios", afirmó Timerman.
El canciller argentino se lamentó por este rechazo de Londres, en vistas a las "cuarenta resoluciones de la ONU para que los dos países negocien un acuerdo pacífico y definitivo sobre la soberanía de las islas".
Por su parte, tras el encuentro Ban emitió un comunicado en el que dijo tomar nota del "fuerte respaldo regional" al Gobierno argentino y en el que reiteró sus buenos oficios "si las partes están dispuestas a aceptarlos".
Timerman aprovechó la visita a la ONU para reiterar que Argentina considera "ilegal" el referéndum celebrado en las Malvinas el pasado 10 y 11 de marzo, en el que los isleños votaron masivamente por mantener el estatus del archipiélago como territorio de ultramar dependiente del Reino Unido.
El canciller argentino subrayó que el referendo tampoco es reconocido por Naciones Unidas porque se trata de una consulta organizada por una potencia colonizadora, como ya ocurrió en 1967 en el peñón de Gibraltar.
En respuesta, el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, reivindicó lo que a su juicio constituyó una "expresión legítima" del derecho de los casi 3.000 habitantes de Malvinas "a la libre determinación y a elegir su propio destino".
Además de renovar sus reclamos en Naciones Unidas, cuyo Comité de Descolonización estudia el caso Malvinas desde 1989, Argentina ha solicitado también la intervención del papa Francisco, el exarzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio.
"Cuando el papa Francisco era el cardenal (argentino) Jorge Mario Bergoglio ya dijo que las Malvinas eran argentinas y realizó oficios religiosos por los caídos de la guerra" de 1982, dijo Timerman.
La guerra de las Malvinas se inició el 2 de abril de 1982 con el desembarco de tropas argentinas en el archipiélago y concluyó en junio de ese año con su rendición ante las fuerzas enviadas por el Reino Unido, conflicto en el que murieron 255 británicos, tres isleños y 649 argentinos.