Distintos sectores del país se manifestaron golpeados por el deceso de Néstor Kirchner. En las desiertas calles del centro de la ciudad de Buenos Aires sólo se veían algunos seguidores del ex mandatario que se encaminaban a la casa de gobierno.
Buenos Aires. La sorpresiva muerte del ex presidente Néstor Kirchner consternó este miércoles a la mayoría de argentinos, en un día en el que vivían un feriado convocado para la aplicación de un censo de población.
Kirchner, con fuerte influencia en la gestión de su esposa y sucesora Cristina Fernández, murió a los 60 años en la sureña cuidad de El Calafate, como consecuencia de una afección cardíaca.
"Estoy muy conmovido por la muerte de mi amigo y compañero de lucha. Debemos todos acompañar a Cristina en este difícil momento", dijo Daniel Scioli, gobernador de la provincia más poblada del país, Buenos Aires, y quien fuera vicepresidente durante la gestión de Kirchner.
En las desiertas calles del centro de la ciudad de Buenos Aires sólo se veían algunos seguidores del ex mandatario que se encaminaban a la casa de gobierno, para ofrendar flores y colgar pequeños carteles escritos a mano en las rejas del centenario palacio gubernamental.
Cuando los medios de prensa centralizaban la atención en el censo, a media mañana el rumbo cambió rotundamente y muchos argentinos se mostraron incrédulos frente a la noticia.
"Fue un luchador en su vida, desde joven. Trató de cumplir sus ideales hasta lo último. Mal o bien, fue un presidente que cuando estuvo en el poder, el país anduvo bien. A veces algo obcecado, este es un golpe para cualquier argentino", dijo Oscar Pérez, un pequeño empresario de 66 años declarado peronista.
Kirchner asumió la presidencia argentina en 2003, con baja popularidad y escaso poder político tras desempeñarse como gobernador en la patagónica provincia de Santa Cruz. En el 2007 cedió la candidatura del partido peronista a su esposa, quien ganó las elecciones con casi el 50% de los votos.
Fernández deberá entregar el poder a su sucesor en diciembre del 2011. Con la falta de su esposo, ahora se abre una enorme intriga política sobre quiénes influirán directamente en su gobierno.
"Se fue alguien indispensable. Nuestro país lo necesitaba tanto a este hombre (...). No sé qué hacer con Cristina, que ahora se queda al mando de un país, pero tan sola", expresó Estela de Carlotto, presidenta de la agrupación de derechos humanos Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Especulaciones sobre mandato de Fernández. Algunos analistas internacionales comenzaron a especular de inmediato que la actual mandataria podría adelantar las elecciones presidenciales, previstas para octubre del 2011.
"Existe una posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner opte por adelantar la fecha de las elecciones porque la potencial erosión de su base de poder podría dificultar mucho la gobernabilidad", dijo un informe de RBC en Nueva York.
Kirchner era considerado por analistas locales y externos como el político más poderoso del país y muchos aseguraban que estaba detrás de cada una de las decisiones de su esposa.
"Con una muerte así, lo que va a pasar es que Kirchner va a quedar como un héroe y nosotros sabemos que no lo fue. Hay que ver cómo se reacomoda la política en momentos en que el peronismo está dividido", dijo un taxista de 60 años.
La economía argentina se recuperó rápidamente durante el mandato de Kirchner, entre 2003 y 2007, apoyada en un buen contexto internacional que le permitió crecer a tasas de hasta 9,2% en 2005.