El caso conocido como "Lava Jato", que involucra a Petrobras, sumió en una crisis política al gobierno de Dilma Rousseff, que se agravó por una breve detención e interrogatorio al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La Justicia argentina investiga por posibles sobornos a casi 100 empresas, entre ellas varias de origen brasileño, porque sospecha que pueden haber replicado la trama de corrupción que derivó en una crisis política, dijo a Reuters una fuente con acceso a la causa.
El caso conocido como "Lava Jato", que involucra a Petrobras, sumió en una crisis política al gobierno de Dilma Rousseff, que se agravó por una breve detención e interrogatorio al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la condena a 19 años de prisión al empresario Marcelo Odebrecht.
El fiscal que en Argentina lleva adelante la investigación, Sergio Rodríguez, había dicho el miércoles pasado a Reuters que la constructora Odebrecht es una de las firmas de las que se sospecha "algún tipo de réplica en las maniobras de cartelización que hubo en Brasil".
La fuente cercana a la investigación iniciada en diciembre, como una derivación de la causa abierta en Brasil, explicó el viernes que entre las casi 100 empresas involucradas están también las brasileñas Andrade Gutierrez, OAS y Camargo Correa.
"Los fiscales brasileños dijeron que hay una sospecha razonable de que el esquema se reprodujera acá", agregó la fuente.
Según la fuente, la investigación, que abarca desde 2006 a 2012, apunta al ex Ministerio de Planificación, del que dependían las obras públicas del Gobierno de Cristina Fernández, quien fue sucedida en diciembre por el centroderechista Mauricio Macri.
Los investigadores creen que funcionarios del entonces Ministerio de Planificación, del que dependía la Secretaría de Transporte, cuyo jefe de entonces fue condenado por corrupción en otras causas, podrían haber beneficiado a algunas empresas en licitaciones de obras a cambio de sobornos.
La fiscalía ya pidió a la Tesorería General de la Nación los pagos realizados a las empresas involucradas durante el período 2006/12 y luego analizará las licitaciones. La fuente dijo que la investigación es "embrionaria" y que aún no hay pruebas de ningún delito. "En dos o tres meses habrá novedades", añadió.
Una portavoz de Andrade Gutierrez -la segunda empresa constructora de Brasil después de Odebrecht- dijo que la empresa no realizaría comentarios, mientras que Camargo Correa señaló que desconoce la investigación. La firma OAS no respondió a consultas de Reuters.