"Que no se ilusionen, no nos vamos a ir antes", advirtió esta semana el ministro argentino de Interior, Florencio Randazzo, en respuesta a las especulaciones sobre una posible retirada prematura de la presidenta Cristina Fernández o un hipotético adelanto electoral.
Buenos Aires. Mientras el gobierno de Cristina Fernández trata de frenar la tormenta económica que sacude Argentina, la más grave en una década, peronismo y oposición piensan ya en el proceso electoral de las presidenciales, previsto para 2015.
"Que no se ilusionen, no nos vamos a ir antes", advirtió esta semana el ministro argentino de Interior, Florencio Randazzo, en respuesta a las especulaciones sobre una posible retirada prematura de la presidenta Cristina Fernández o un hipotético adelanto electoral.
"Si hay algo que caracteriza a Cristina (Fernández) es que estamos dispuestos a dar esta pelea", subrayó el ministro.
Apenas un día después, la presidenta lanzaba un duro discurso para marcar el terreno del gobierno frente a empresarios y sindicatos y mostraba su intención de cumplir con su segundo y último mandato evocando incluso la popular fábula de la rana y el escorpión para advertir: no soy rana y sé nadar.
Aunque analistas consultados insisten en que en medio de la sacudida económica que sufre Argentina ni peronistas ni opositores apuestan por una salida prematura de la presidenta, en los últimos días han aumentado los comentarios de dirigentes de distinto signo sobre el tema.
"Ya lo están diciendo ellos", apuntó el sindicalista Luis Barrionuevo, enfrentado con el gobierno: "Si tienen miedo de irse antes, es porque seguramente se van a ir antes", insistió.
Anteriormente, el gobernador de Misiones (noroeste), Maurice Closs, cercano al kirchnerismo, había pedido un pacto multisectorial para que el Gobierno no acabe abruptamente como le ocurrió al expresidente Fernando de la Rúa (radical) en la crisis económica de 2001.
Jorge Yoma, ex diputado kirchnerista hoy distanciado del Ejecutivo, fue contundente esta semana: "O Cristina cambia o se activan los mecanismos institucionales para el relevo del poder, para permitir una transición democrática. O cambia la Señora o se va", dijo.
Pese a estas declaraciones altisonantes, el analista Dante Sica sostuvo que "no hay nadie haciendo ruido para que la presidenta no termine", si bien "todos piensan ya en las elecciones de 2015".
En palabras de Sica, "para los gobernadores, Cristina Fernández representa el pasado y ellos el futuro" y mientras que "los peronistas esperan que termine el mandato y deje la economía ordenada para no darle opciones a la oposición", los empresarios "miran a posibles candidatos dentro y fuera del peronismo para ver por dónde puede venir la política económica en el futuro".
La lista de posibles aspirantes a la carrera presidencial es larga.
Entre los mejor situados está Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país y bastión peronista.
Scioli, que está ya en campaña presidencial, no lo tendrá fácil porque no cuenta, a priori, con el respaldo de Cristina Fernández y de buena parte del kirchnerismo, pero figura como favorito en las quinielas de numerosos políticos y analistas.
También reconocidos kirchneristas, como el propio ministro Randazzo, se han lanzado públicamente al campo de juego electoral, aunque hay pesos pesados pendientes de cada jugada, desde el actual jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hasta el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, sin olvidar al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, que no pierde oportunidad de aparecer en público junto a la presidenta.
Un proceso que también sigue con atención el exjefe de Gabinete y hoy peronista disidente Sergio Massa, que logró imponerse en las últimas elecciones legislativas del pasado año frente al oficialismo en la provincia de Buenos Aires y que aspira a volver a la Casa Rosada pero como presidente.
Asimismo, el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, entrará en la pugna por el sillón presidencial tras agotar dos mandatos al frente del gobierno de la capital, a la vez que el exgobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, aparece como candidato en prácticamente todas las apuestas de los analistas, solo o en coalición.
Sin apartar la vista de los movimientos de la carrera electoral, funcionarios próximos a Cristina Fernández insisten en su "liderazgo" y saludan la proliferación de aspirantes.
La presidenta mantiene "un liderazgo máximo" y "que no pueda ser candidata a 2015 no significa que no siga ejerciendo su posición de liderazgo", indicó en una reciente entrevista con Efe el ministro de Defensa, Agustín Rossi, para quien el hecho de que se barajen varios nombres para la cita electoral de 2015 "habla de la vigencia del espacio político".
De confirmarse el calendario previsto, las elecciones presidenciales se celebrarían hacia octubre de 2015. Una eternidad en un país como Argentina.