Esto, en el marco del 30 aniversario del bautismo de fuego de las Fuerzas Armadas, ocurrido el primero de mayo de 1982 durante la guerra de Malvinas.
El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, aseguró que el gobierno reiterará sus denuncias de militarización por parte del Reino Unido en las Islas Malvinas y destacó el acompañamiento de los países de América Latina en la lucha por la soberanía sobre el archipiélago.
"Nuestro gobierno reiterará denuncias de militarización por parte del Reino Unido, acompañado por varios países, en especial de América Latina", aseguró Puricelli en el marco del 30 aniversario del bautismo de fuego de las Fuerzas Armadas, ocurrido el primero de mayo de 1982 durante la guerra de Malvinas.
En el acto, realizado en la VI Brigada Aérea de la ciudad de Tandil, el titular de la cartera de Defensa agregó que "el acompañamiento de los países, en especial de América Latina, va a hacer que Argentina logre el objetivo de recuperar su soberanía sobre las Islas, que es importante por sus recursos".
Según Puricelli, las Islas Malvinas son "el único lugar militarizado de América del Sur", ya que en su territorio "pueden circular armas nucleares" y aseguró que "la causa de Malvinas será llevada sin claudicación en el tiempo que la historia demande a la victoria".
Asimismo, el ministro de Defensa destacó que Argentina considera con "profundo respeto a los isleños", que "siguen siendo rehenes y han sido condenados al aislamiento" por el Reino Unido, al expresar su anhelo de que "el Reino Unido advierta lo arcaico de la usurpación".
En referencia a la guerra de 1982, Puricelli sostuvo que "fue producto de una decisión política y militar improvisada" y reconoció que "la causa Malvinas fue utilizada por la dictadura para salvar un proceso en decadencia".
"Se llevó a nuestras Fuerzas Armadas a una segura derrota. Se comprobó que el instrumento aéreo tenía capacidad de transporte y no fuerza de combate", dijo Puricelli, que explicó que a estas conclusiones llegó tras la desclasificación del informe Rattenbach dispuesta por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En ese sentido, el ministro de Defensa reiteró además que "la guerra de Malvinas fue un profundo retraso a nuestros derechos de soberanía sobre las islas".
Al respecto, el jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Aéreas, brigadier general Normando Costantino, añadió que durante la guerra por Malvinas "el desequilibrio tecnológico y numérico con los ingleses se compensó con el profesionalismo y el coraje del personal".
Admitió que "no estaba prevista la participación en combate de las Fuerzas Aéreas".
Costantino también recordó a los 55 miembros de su Fuerza que cayeron en Malvinas y aseguró que "el Reino Unido no tiene ningún justificativo para usurpar las Islas Malvinas" y que sólo lo mueve "la idea de conservar un colonialismo sin justificativo y sin razón".
Estuvieron presentes en el acto el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Alberto Chevalier, el anfitrión del evento, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, miembros del Poder Legislativo y Judicial, y veteranos y familiares de Caídos en Malvinas.
La conmemoración de este martes adquiere una especial significación debido a que se suman al nuevo aniversario del Bautismo de Fuego de las Fuerzas Aéreas las acciones programadas por la conmemoración del centenario de la aviación militar argentina.
El primero de mayo de 1982, ante la intención de las fuerzas británicas de desembarcar en las islas Malvinas, aviones de la Fuerza Aérea lanzaron sobre la flota inglesa 20 toneladas de bombas, totalizando 57 salidas aéreas.
Se trata de la primera batalla librada por la Fuerza Aérea Argentina en su historia, lo que significó su bautismo de fuego.