Juan de Dios Rodríguez, hombre de confianza del presidente Otto Pérez Molina y al mando del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, está acusado de irregularidades en un contrato de prestación de servicios médicos por US$14,5 millones otorgado a Farmacéutica Pisa.
Ciudad de Guatemala. El ex secretario privado del presidente de Guatemala y el jefe del banco central del país fueron detenidos este miércoles por un multimillonario caso de corrupción, un nuevo escándalo que amenaza tensar más los ánimos en el empobrecido país centroamericano antes de las elecciones de octubre.
Juan de Dios Rodríguez, hombre de confianza del presidente Otto Pérez Molina y al mando del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) desde hace dos años, está acusado de irregularidades en un contrato de prestación de servicios médicos por US$14,5 millones otorgado a la compañía Farmacéutica Pisa.
Rodríguez está bajo custodia en un hospital de la capital horas después de que la policía allanara su hogar como parte de un operativo en el que fueron capturadas otras 15 personas, entre ellos el presidente del Banco de Guatemala, Julio Suárez, el hijo de una magistrada de la Corte Suprema de Justicia y algunos empresarios, informó el Ministerio Público.
Suárez participaba en la junta directiva del IGSS como representante del ente emisor, donde fue ascendido a presidente en octubre del 2014 tras una larga y respetada trayectoria como técnico monetario.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el ente patrocinado por Naciones Unidas que lideró la investigación, tiene programado brindar una rueda de prensa para dar detalles de la trama. El gobierno todavía no se ha pronunciado sobre el caso.
Este nuevo escándalo sucede al que sacudió Guatemala a comienzos de mes, cuando la vicepresidenta Roxana Baldetti dimitió en medio de una fuerte presión ciudadana y política tras verse envuelta en una trama de corrupción aduanera dirigida por su ex secretario privado, en la que también participaban prominentes funcionarios.
Los nuevos arrestos podrían agitar aún más las calles en la nación centroamericana, donde los guatemaltecos han protagonizado multitudinarias marchas en los primeros compases de la campaña electoral hacia los comicios de septiembre pidiendo la renuncia de Pérez Molina, quien asumió en 2011.