A pesar de que Trump prometió en su campaña que revertiría los decretos de Obama sobre inmigración, el republicano ha dejado intacto uno que protege a 750.000 personas que fueron llevadas ilegalmente a Estados Unidos siendo niños, y a quienes se conoce como "soñadores".
Washington. Los asesores del presidente estadounidense, Donald Trump, están divididos sobre si se debe acabar con la política de su predecesor Barack Obama que protege a jóvenes inmigrantes de la deportación, según fuentes del Congreso y republicanos cercanos a la Casa Blanca.
A pesar de que Trump prometió en su campaña que revertiría los decretos de Obama sobre inmigración, el republicano ha dejado intacto uno que protege a 750.000 personas que fueron llevadas ilegalmente a Estados Unidos siendo niños, y a quienes se conoce como "soñadores".
El asunto se ha convertido en un punto de fricción para los asesores de la Casa Blanca, divididos entre una facción más moderada, que incluye al jefe de gabinete Reince Priebus, y los más duros, como Stephen Miller y Steve Bannon, dijo un ex asesor del Congreso que ha estado involucrado en asuntos de inmigración en Washington.
Priebus ha dicho públicamente que Trump trabajará con el Congreso para obtener una "solución de largo plazo".
En tanto, Miller, sigue las ideas de su ex jefe y defensor de la antiinmigración Jeff Sessions, el candidato de Trump para Fiscal General de los EEUU. Bannon, ex director ejecutivo del medio de derecha Breitbart News, ha alentado a Trump a tener una posición dura y eliminar las protecciones a los inmigrantes.
Dos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional esperan que Trump simplemente deje de renovar los permisos para que los "soñadores" puedan trabajar, conducir y estudiar. Bajo ese plan, las autorizaciones más recientemente renovadas expirarían en dos años.
Pero un asesor republicano de la Cámara de Representantes dijo que no estaba seguro de si el gobierno había rechazado la idea de desechar la Acción Diferida por la Infancia de Obama, conocida como DACA por sus siglas en inglés.
Preservar el DACA también se ha convertido en una suerte de moneda de cambio para Trump, quien busca el apoyo del Congreso para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, y avanzar con otras prioridades de su gobierno.
Otro asesor legislativo describió una moción patrocinada por el demócrata Dick Durbin y el republicano Lindsey Graham para proteger a los "soñadores" como el "dulce que ayudará a pasar el amargor de aprobar la construcción del muro".
La Casa Blanca está "claramente consciente" de la resistencia que puede encontrar en el país y en el Congreso y que pueden empantanar al recién asumido gobierno, mientras negocia sobre el muro, la salud, la reforma fiscal e inversiones en infraestructura.
En una entrevista con ABC News, Trump dijo el miércoles que su administración presentaría una política para tratar el asunto de los "soñadores" en las próximas cuatro semanas.
"No deberían estar muy preocupados; ellos están aquí ilegalmente, no deberían estar muy preocupados, yo tengo un gran corazón. Vamos a cuidar de todo el mundo, vamos a tener una frontera muy fuerte", dijo Trump en la entrevista con ABC.
Trump le habría dicho a Durbin durante el almuerzo de su toma de posesión en el Capitolio el 20 de enero que no tenía que preocuparse por una medida que revoque el decreto de Obama.
Pero hay escasa confianza entre los demócratas de que Trump mantendrá su palabra. Y los defensores de la inmigración dijeron que los receptores del DACA viven en el miedo y la incertidumbre, ya que el mensaje de la Casa Blanca y los republicanos parece cambiar casa día.
Hace dos días , Sessions, dijo a un comité del Senado que consideraba que "ciertamente sería constitucional" revocar DACA.