Eduardo Campos afirmó que otra de sus banderas de campaña será la lucha por el fin del actual modelo de "presidencialismo de coalición", que genera "apoyos fisiológicos" y "patrimoniales" al gobierno de turno.
Vitória de Santo Antao, Brasil. El opositor Eduardo Campos, que dentro de dos días dejará la gobernación del estado brasileño de Pernambuco para ser candidato a la presidencia, dijo este miércoles que en campaña apostará por reindustrializar el país.
"No podemos permitir que perdure la reducción de la participación de la industria en el Producto Interno Bruto. Necesitamos que la economía crezca más y para eso también apostamos por una política externa comercial más activa", afirmó Campos, presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), actualmente en la oposición.
Campos afirmó que otra de sus banderas de campaña será la lucha por el fin del actual modelo de "presidencialismo de coalición", que genera "apoyos fisiológicos" y "patrimoniales" al gobierno de turno.
El gobernador habló así en la inauguración de una fábrica de la multinacional española Roca en Vitória de Santo Antao, en Pernambuco (nordeste), que produciría grifería, con una inversión de US$19,5 millones.
En tono crítico al gobierno de Dilma Rousseff, Campos afirmó que el porcentaje de la industria en el PIB en 2013 fue igual al de 1955 y denunció que Brasil sufrió en los últimos años un acentuado proceso de "desindustrialización".
El gobernador no quiso anticipar al ser interrogado si la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que se afilió al PSB el año pasado, será su compañera de fórmula como candidata a vicepresidente.
Silva fue la tercera candidata más votada en las últimas elecciones presidenciales y su apoyo es considerado importante para Campos, que marcha tercero en las encuestas de intención de voto para la Presidencia, detrás de Rousseff y del senador Aecio Neves, el más probable candidato del también opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Campos fue ministro de Ciencia y Tecnología durante el gobierno de Luiz Lula da Silva (2003-2010) y dos veces gobernador de Pernambuco por el PSB, partido que abandonó el año pasado la coalición que respalda a Rousseff.
El gobernador afirmó que la decisión del Congreso de crear una comisión para investigar supuestas irregularidades en la petrolera Petrobras, la mayor empresa de Brasil y controlada por el Estado, "no debe afectar la campaña" para los comicios del 5 de octubre.
"Debemos hacer una campaña serena, de debate sin agresión, para discutir cómo preservar los fundamentos de la economía; mantener bajo control la inflación; crecer y tener tasas de interés parecidas a las del resto del mundo y mejorar la educación y los servicios públicos", afirmó.
Para Campos, las multitudinarias manifestaciones registradas el año pasado a Brasil demostraron que "el pueblo quiere un debate sin agresiones y mejores servicios públicos".
El titular del PSB propuso "cambiar las prácticas políticas" del país, tras objetar el sistema brasileño de coaliciones parlamentarias para gobernar que se negocian tras la elección de un presidente.
"Queremos vencer la fisiología política, el patrimonialismo en la política, vencer el presidencialismo de coalición que paraliza los cambios en Brasil", enfatizó.
Según la última encuesta de intención de voto del instituto Ibope, Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y que aún no ha anunciado si aspirará a un nuevo mandato, sería reelegida en la primera vuelta electoral, con el 40% de los votos, contra el 13% de Neves y el 6% de Campos.
