Assad no ha hablado en público desde que la explosión de una bomba en Damasco el 18 de julio causó la muerte a cuatro de sus asesores de seguridad más próximos, aunque ha aparecido en televisión.
Reuters. El presidente de Siria, Bashar al-Assad, dijo a sus tropas el miércoles que su batalla contra los rebeldes determinaría el destino del país, pero su mensaje escrito no aportaba pistas sobre su paradero dos semanas después de un ataque contra su círculo más íntimo.
Assad no ha hablado en público desde que la explosión de una bomba en Damasco el 18 de julio causó la muerte a cuatro de sus asesores de seguridad más próximos, aunque ha aparecido en televisión.
Sus últimas declaraciones - realizadas mientras ambos bandos luchan por el control de la capital comercial de Siria, Aleppo - aparecieron en un comunicado en una revista militar para conmemorar el día de las fuerzas armadas.
Pero no estuvo claro exactamente cuándo o dónde habló, lo que indica la elevada preocupación sobre su seguridad personal tras el atentado en la sede de defensa en la capital.
"El destino de nuestro pueblo y nuestra nación, pasado, presente y futuro depende de esta batalla", dijo Assad.
Al enfrentarse a "bandas de terroristas delincuentes" - el término que usa el Gobierno de Damasco para referirse a los rebeldes - el Ejército demostró que tiene la "determinación y conciencia férreas y que son los depositarios de los valores del pueblo", declaró.
En la ciudad de Aleppo, combatientes rebeldes tomaron tres cadenas de radio mientras luchaban con el Ejército por el control de un distrito con importancia estratégica.
El miércoles se podían escuchar explosiones por la mañana y helicópteros armados cruzaban el cielo, mientras las fuerzas gubernamentales trataban de sacar a los insurgentes de la histórica ciudad y conservar uno de los principales centros de poder de Assad.
Previamente, al menos 10 rondas de bombardeos encendieron el cielo oscurecido y ahogaron la llamada a la oración de los musulmanes. Vehículos cargados de combatientes rebeldes gritando "Dios es grande" se dirigían hacia la zona de combate.
La batalla por Aleppo se ha convertido en una prueba crucial para ambas partes. Ni las fuerzas de Assad ni los rebeldes pueden permitirse perder si pretenden imponerse en la lucha más amplia por el control de Siria.
Desde el atentado del mes pasado, los combates son más intensos, llegando a Damasco y Aleppo por primera vez en la revuelta de 17 meses contra la dinastía Assad.
Ejecuciones sumarias. Imágenes de video publicadas en internet parecían mostrar que los rebeldes estaban efectuando ejecuciones sumarias en Aleppo del mismo modo que las fuerzas gubernamentales han sido acusadas de actuar en Damasco.
Un video mostró a cuatro miembros no identificados de la milicia Shabiha a favor de Assad alineados contra una pared para ser ejecutados disparando rifles mientras otros coreaban "Dios es el más grande".
En otras imágenes, una camarógrafo filmó los cadáveres de unos 15 hombres que yacían en el suelo de una comisaría de policía. Un rebelde disparó contra el cadáver del comandante de la comisaría, volándole la cabeza. En ambos casos, el contenido de los videos no pudo ser verificado de manera inmediata.
En una prueba de que la crisis podría agudizarse aún más, El Ejército de Turquía realizaba el miércoles maniobras con tanques militares cerca de la frontera con Siria, dijeron funcionarios turcos, en una medida que resalta la preocupación de Ankara sobre la seguridad en el sector limítrofe.
Los ejercicios se realizaron tras una serie de despliegues militares turcos en la zona debido a la escalada de violencia por la revuelta contra Assad. No hubo indicios de que los militares turcos hubieran cruzado la frontera.
Unos 25 tanques de la Brigada número 70 de Mardin tomaron parte en las maniobras militares, que fueron supervisadas por comandantes del distrito de Nusaybin, en la provincia de Mardin, apenas a 2 kilómetros de la frontera con Siria, informaron las agencias de noticias Dogan y la estatal Anatolian.
En su reporte, Anatolian citó al gobernador de Mardin diciendo que el procedimiento duraría varios días.
La ciudad siria de Qamishli se encuentra justo enfrente de Nusaybin al otro lado de la frontera.
A Ankara le preocupan los reportes de que un grupo kurdo vinculado a los militantes del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) esté ejerciendo control sobre zonas pobladas por esa etnia en el norte de Siria.
Turquía, país miembro de la OTAN, ha advertido que cualquier ataque del PKK desde el norte de Siria le daría razones para intervenir en el conflicto. Ankara ha bombardeado repetidamente y enviado tropas al norte autónomo de Irak gobernado por kurdos, en áreas donde los rebeldes del PKK poseen campamentos.