Wikileaks cumple 10 años y su fundador anunció nuevas revelaciones. En una conexión de video con Berlín, Julian Assange dejó caer claves -Irak, Google, las elecciones en Estados Unidos- que ya han desatado nerviosismo.

Hace días que en Estados Unidos se habla de que en octubre habrá sorpresas. ¿Posee Wikileaks algún documento capaz de dar un giro a la campaña electoral en la que están inmersos Hillary Clinton y Donald Trump? A través de videoconferencia, Julian Assange apareció en el teatro Volksbühne de Berlín para dar una rueda de prensa. El tema de su discurso: 10 años de Wikileaks. La organización está orgullosa de lo que ha conseguido hasta ahora. 

La prensa, sin embargo, se interesa más por lo que está por venir. 

En el pasado el objetivo de las revelaciones siempre fue la política estadounidense: detalles sobre Guantánamo, secretos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), cifras de muertos en Irak y, últimamente, miles de correos electrónicos privados.

Tres organizaciones, tres países. Julian Assange sabe cómo crear tensión. Su plataforma de investigación cuenta con más de un millón de documentos sin publicar. Está previsto que la mayor parte de ese material sea revelada antes de fin de año, ya que concierne "a tres poderosas organizaciones de tres países diferentes”. A la audiencia le hubiera gustado recibir más detalles.

¿Se trata de Clinton, como se especula en las redes sociales? "Tienen que entender que si queremos publicar algo sobre Estados Unidos no lo vamos a hacer a las tres de la madrugada”, explicó Assange haciendo referencia a la hora en EE.UU.

Lo que sí confirmó es que una parte de esas revelaciones estará relacionada con las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sobre si afectarán o no a Hillary Clinton directamente dijo no saber nada, después de que, según él, lo hayan citado de forma incorrecta últimamente. Cuando fue preguntado acerca de si las informaciones afectarán a la contienda Clinton-Trump, dijo que ambos se verán implicados.

Críticas a Suecia y a Reino Unido. La situación de Assange no ha cambiado en los últimos tiempos. El australiano sigue viviendo en la embajada de Ecuador en Londres, algo que agradeció de forma explícita.

A su país anfitrión, Gran Bretaña, lo acusa de violar el derecho internacional. Irónicamente dijo que su encierro en la embajada le había hecho palidecer, y que entretanto estaba considerando participar en "investigaciones sobre la vitamina-D”. Tras la broma, le exigió a la ONU que haga respetar su libertad de movimiento.

Wikileaks también hace publicidad. Al final de la conferencia de prensa una cosa quedó clara: aunque las revelaciones son probablemente de gran interés público, Wikileaks también se beneficia de ellas.

La organización cuenta con una red periodística que se encarga de clasificar y publicar sus documentos. Y parece que a Assange le interesa ampliar esa red. Su organización parece estar preparándose para un otoño agitado. Wikileaks asegura que los primeros archivos serán publicados muy pronto.