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Ataque a base de la OTAN en Afganistán deja siete militares de EE.UU. heridos
Domingo, Febrero 26, 2012 - 10:52

Un civil perdió la vida y otros 15 resultaron heridos, al igual que tres policías, durante los disturbios ocurridos cerca de la base de la OTAN en el norte de la provincia Kunduz, donde ocurrió la explosión que hirió a los estadounidenses.

Afganistán. Siete instructores militares estadounidenses resultaron heridos este domingo cuando manifestantes en Kunduz, en el norte de Afganistán, lanzaron una granada contra su base, dijo la policía, en momentos en que la molestia contra Occidente se profundiza por la quema del Corán en un recinto de la OTAN.

Pese a las disculpas del presidente estadounidense, Barack Obama, Afganistán se llenó de violentas protestas por sexto día este domingo contra la profanación del libro sagrado musulmán en la base aérea de la OTAN en Bagram. Algunos manifestantes portaban la bandera blanca de los talibanes.

El Ministerio del Interior afgano identificó a uno de sus empleados como sospechoso del fatal tiroteo contra dos funcionarios estadounidenses en sus oficinas el día anterior, un ataque que llevó a la OTAN a retirar a su personal de los ministerios.

Un civil perdió la vida y otros 15 resultaron heridos, al igual que tres policías, durante los disturbios ocurridos cerca de la base de la OTAN en el norte de la provincia Kunduz, donde ocurrió la explosión que hirió a los estadounidenses, dijo a la prensa el jefe de la policía regional, Samihullah Qatra.

La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de la OTAN (ISAF, por su sigla en inglés) confirmó que hubo una explosión afuera de una de sus bases en el norte de Afganistán, pero no quiso comentar respecto a las víctimas.

Las protestas han dejado unos 30 muertos y 200 heridos, incluyendo a otros dos soldados estadounidenses que murieron a tiros a manos de un soldado afgano que se unió a las manifestaciones en el este del país.

La quema del Corán podría complicar aún más los esfuerzos de las tropas de la OTAN por ganarse la confianza de los afganos, mientras intentan estabilizar al país antes de un retiro de las tropas de combate extranjeras programado para fines del 2014.

Fuentes de seguridad afganas identificaron a Abdul Saboor, un oficial de policía de 25 años, como sospechoso de los disparos contra los estadounidenses desde una corta distancia dentro del Ministerio del Interior.

En una declaración a la prensa, el ministerio dijo que "un empleado fue identificado como sospechoso y ahora huyó. El Ministerio del Interior está intentando arrestar al individuo".

La OTAN debería abandonar el rol de combate para empezar una misión más enfocada a la asistencia y consejo el próximo año. Ello requerirá que la OTAN cuente con más personal en los ministerios en Kabul.

Imágenes de las cámaras de seguridad mostraron que Saboor tenía acceso al centro de comando y control, en las entrañas del edificio, donde se encontró a los estadounidenses asesinados, según dijeron a Reuters funcionarios de seguridad bajo condición de anonimato.

Los talibanes asumieron la responsabilidad por el ataque y dijeron que era una represalia por la quema de las copias del Corán.

El presidente afgano, Hamid Karzai, reiteró su llamado a la calma y la moderación. "Es tiempo de recuperar y conservar nuestra calma, y no permitir que nuestros enemigos hagan un mal uso de ella", dijo a reporteros, refiriéndose a la violencia nacional.

Autores

Reuters