"Paramilitares controlados por el gobierno municipal, venidos de fuera de la ciudad, atacaron las barricadas que se mantuvieron pacíficas", dijo el monseñor Carlos Herrera, sobre los hechos ocurridos la noche de este viernes.

Managua. Un muerto y varios heridos fue el resultado de un ataque combinado de policías antimotines y paramilitares contra manifestantes civiles en la ciudad de Jinotega, al norte de Nicaragua, informó este sábado el obispo de la localidad, monseñor Carlos Herrera.

En un comunicado de la Diócesis de Jinotega, a 140 kilómetros de Managua, el obispo explicó que el fallecido era un adolescente que fue baleado la noche de este viernes cuando vigilaba un "tranque" (retén) de manifestantes en la zona norte de la ciudad.

El prelado relató que, horas antes del hecho y a pedido del jefe de Policía, Marvin Castro, él había visitado dos "tranques" donde los manifestantes prometieron no avanzar hacia otras zonas.

"Barricadas se mantuvieron pacíficas". Sin embargo, minutos después de retirarse del lugar, "grupos paramilitares controlados por el gobierno municipal, venidos de fuera de la ciudad, atacaron las barricadas que se mantuvieron pacíficas hasta que los embistieron", indicó Herrera.

Añadió que "pobladores señalaron insistentemente que antimotines atacaron con armas de fuego a los civiles que estaban en los 'tranques' y a dueños de negocios que estaban en sus tramos".

El obispo dijo que llamó al jefe policial y al alcalde de Jinotega, el oficialista Leónidas Centeno, "para pedirles el cese de la violencia", pero ambos "negaron su participación en actos represivos", por lo que decidió ir personalmente hasta el lugar.

Monseñor Herrera se desplazó en medio de fuertes enfrentamientos para rescatar a los heridos y el cuerpo del joven, que fue entregado a su familia en la madrugada.