Extremistas talibanes atacaron una escuela administrada por el Ejército en Pakistán, donde causaron la muerte de al menos 126 personas, hirieron a más de 120 y mantienen a cientos de alumnos y profesores como rehenes.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, tildó hoy de "tragedia nacional" el ataque de un grupo talibán contra una escuela que ha causado hasta el momento cerca de un centenar de muertos y decenas de heridos. "Mis hijos han sido convertidos en blancos de la tragedia", indicó Sharif, quien agregó que "la pérdida de niños inocentes es la pérdida de una nación", según informó la estatal Radio Pakistán.
"La operación está en marcha" en Peshawar, había dicho poco antes Pervaiz Khattak, ministro jefe de la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa. El área fue acordonada y los helicópteros sobrevuelan la zona.
Entre los fallecidos hay más de 126 personas, entre ellos, 84 son escolares. Los heridos ascienden a más de 120. Al menos siete extremistas islámicos entraron por la mañana en la Army Public School & College, administrada por el Ejército, y tomaron a más de 500 rehenes.
El ministro de Educación regional, Mushtaq Ghani, confirmó que la policía inició una operación de rescate después de que se oyeran explosiones en el edificio. Los atacantes tienen retenidos a los alumnos en el auditorio.
Atacantes suicidas. Un portavoz del principal grupo talibán paquistaní, el TTP, reivindicó el ataque y ha asegurado que han dado instrucciones de no dañar a los menores, de acuerdo con la televisión Geo. "Entre los atacantes hay suicidas. Les hemos ordenado disparar a los estudiantes más mayores, pero no a los niños", dijo el portavoz Muhammad Khorasani. El talibán dijo que el ataque al centro educativo es una represalia por las operaciones militares lanzadas contra los insurgentes en las zonas tribales de Waziristán del Norte y Khyber, cerca de la frontera con Afganistán.
El Ejército pakistaní desarrolla una campaña desde junio contra enclaves en las regiones de Waziristán y Kyhber, con continuos bombardeos y operaciones terrestres combatiendo allí a los grupos extremistas talibanes y grupos ligados a la red Al Qaeda. De acuerdo con fuentes oficiales, la campaña ha causado más de mil muertos.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el ataque y aseguró que los culpables no "serán perdonados". Los colegios suelen ser objetivo de los talibanes en Pakistán, en especial las escuelas para niñas, al igual que las instalaciones militares.