Hasta el 18 de abril, los partidos podrán hacer propaganda en una campaña caracterizada por el derroche de medios y las gruesas acusaciones entre los principales candidatos.
Asunción, EFE. A una semana de las elecciones generales, los candidatos a la Presidencia de Paraguay apuran los últimos días de campaña para captar a los indecisos, en medio de denuncias sobre compra de votos y otras irregularidades.
Hasta el día 18, los partidos podrán hacer propaganda en una campaña caracterizada por el derroche de medios y las gruesas acusaciones entre los principales candidatos, sobre todo de los dos grandes partidos contendientes, el liberal (PLRA) y el opositor colorado (ANR).
Igual que se acusa al contendiente de tener un pasado de "narco" o de "corrupto", se lanzan alertas de irregularidades antes y durante la votación sin que parezca que nadie espere la intervención de la Justicia.
"Si alguien vende su voto, no lo podemos controlar. Si sobornan a la mesa (electoral), no lo podemos saber", dijo al respecto el candidato a vicepresidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el exministro del Interior Rafael Filizzola, en un almuerzo con agencias de prensa extranjera.
Las denuncias sobre la compra de votos son tradicionales en las campañas electorales paraguayas y empiezan desde las "internas" en las que los partidos eligen a sus candidatos, desarrolladas entre diciembre y enero pasados.
"El que dice que no compra votos, miente. Todos los que entramos a la carrera política debemos tener mucho combustible (...) Hay una gran puja de quién compra más", admitió durante las primarias del Partido Nacional Republicano (Partido Colorado) el candidato a diputado Dany Durand.
Ciudadanos, encuestadores y observadores electorales consultados por Efe coincidieron en constatar la existencia de esta peculiaridad de las campañas en Paraguay, que sin embargo no resulta en denuncias formales ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
Como dijo un observador, los partidos conocen el problema, la Fiscalía y el TSJE también, pero "tiene que existir jurídicamente, o se queda en un rumor".
El voto va incrementando su valor según se aproxima el día de las elecciones y hay varias formas de captarlo: desde el conocido "arreo" o transporte de votantes a las mesas electorales al "alquiler" de cédulas de identidad, el documento necesario para emitir el sufragio.
Que sea delito, penado con hasta cinco años de cárcel, no parece disuadir a los implicados, ni tampoco las llamadas de atención de la Iglesia Católica, que en una pastoral ha pedido a sus fieles que no se dejen "seducir" por este pecado.
"Las ambigüedades de las campañas, la maquinaria partidaria, el vicio de la compra venta de voto no deberían empañar ni deslegitimar la voluntad sagrada expresada en las urnas", advirtieron los obispos, según la pastoral publicada por el diario ABC Color.
"Es como una subasta, según la hora y el candidato que lo pide, sube el precio. En 2008, mi hermano consiguió 3,5 millones de guaraníes (unos 800 dólares) vendiendo su cédula, la de otro hermano y la de su difunta esposa", relató a Efe una asuncena que pidió el anonimato.
"Es un negocio redondo y todo el mundo lo sabe. Otros rentan el vehículo para llevar a la gente a votar", aseveró.
Según una encuesta del PNUD sobre gobernabilidad democrática difundida esta semana por la prensa local, el 24,5 por ciento de los consultados admitieron haber sido "arreados", es decir, que se dejaron transportar hasta las urnas por los "operadores políticos" de los partidos, en 2008.
Si bien la movilización de los electores y la compra del voto parecen costumbres asumidas por todos en estos comicios, otro elemento ha hecho saltar la alarma de la ANR (Partido Colorado), y es el acuerdo del pasado día 3 entre el PLRA y el Unace del fallecido general Lino Oviedo.
Aparte del "voto útil" del Unace para el candidato presidencial liberal, Efraín Alegre, el pacto garantiza a ambos partidos una mayoría de apoderados en las mesas electorales del día 21.
"Ellos pueden decidir dos contra uno quién vota y quién no vota", rechazando un carné supuestamente "dañado" o negando que un votante esté inscrito, expuso a Efe el destituido presidente Fernando Lugo, candidato a senador por el izquierdista Frente Guasú.
Lugo reiteró su pedido de "asegurar las elecciones", el Partido Colorado anunció un "conteo paralelo" y un observador internacional dijo a Efe que su equipo estará "atento" a esta alteración de la balanza en las mesas.