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Aumentan en Brasil las denuncias de corrupción contra el gobierno de Rousseff
Jueves, Agosto 4, 2011 - 18:16

El ministro de Defensa, Nelson Jobim, renunciará o será despedido una vez que vuelva a Brasilia de un viaje a la Amazonia. Funcionarios de gobierno han dicho a Reuters que Jobim está enfadado por haber sido contrariado respecto a un enorme contrato de defensa.

Sao Paulo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decidió reemplazar a su veterano ministro de Defensa después de que hizo comentarios despectivos sobre otros funcionarios, dijo una fuente este jueves, aumentando la sensación de que el gobierno está desorganizado.

El ministro de Defensa, Nelson Jobim, renunciará o será despedido una vez que vuelva a Brasilia de un viaje a la Amazonia, dijo una fuente a Reuters bajo condición de anonimato.

Jobin recortó su viaje y volvía a Brasilia a última hora del jueves, dijo un funcionario de su oficina de prensa.

Jobim sería el tercer ministro en perder su cargo debido a choques con Rousseff o acusaciones de corrupción. La renovación ha tensado las relaciones entre miembros de la coalición de gobierno, integrada por 15 partidos políticos, y provocado una paralización de reformas económicas en el Congreso.

Se ha dicho que Jobim no ha estado cómodo en su cargo virtualmente desde el momento en que accedió a seguir como ministro de Defensa durante el mandato de Rousseff. Es uno de varios funcionarios que sirvieron durante el gobierno de su predecesor, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Después de contenerse durante un largo período, Jobim se ha vuelto abiertamente insubordinado en semanas recientes.

Primero sorprendió en Brasil al decir en un evento del partido opositor que estaba rodeado de "idiotas". Posteriormente comentó en una entrevista por televisión que en las elecciones presidenciales del año pasado votó por José Serra, el candidato opositor a Rousseff.

El último episodio parece haber sido una entrevista en una revista, parte de la cual se filtró el jueves, en que se dice que Jobim califica a una ministra de "debilucha".

También dijo que Gleisi Hoffmann, que en junio asumió el importante cargo de jefa de Gabinete tras la renuncia de Antonio Palocci por un escándalo ético, "ni siquiera conoce Brasilia", según el periódico Folha de S.Paulo.

Jobim negó posteriormente haber criticado a Hoffman y aseguró que ese reporte era parte de una campaña para difamarlo.

Sin embargo, Rousseff se cansó de las constantes críticas de Jobim, especialmente en momentos en que intenta reparar vínculos con otros partidos, además de lidiar con las posibles consecuencias de una eventual crisis financiera global en Brasil, afirmó la fuente.

"(Rousseff) no tiene alternativa sino sacarlo", dijo el funcionario a Reuters. "Han sido dos malas semanas", agregó.

Compra de aviones cazas. Funcionarios de gobierno han dicho a Reuters que Jobim está enfadado por haber sido contrariado respecto a un enorme contrato de defensa al comienzo del mandato de Rousseff, cuando ella decidió comenzar nuevamente un proceso de licitación para una multimillonaria compra de aviones caza para la Fuerza Aérea.

Jobim se inclinaba por el jet Rafale de la francesa Dassault Aviation, mientras que Rousseff ha dicho que el F-18 de Boeing es la mejor opción.

El ministro de Defensa es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que ha luchado constantemente con Rousseff por temas desde recortes presupuestarios a designaciones para cargos políticos.

No obstante, es improbable que su salida del gobierno empeore sustancialmente las relaciones, dado que sus problemas son vistos como algo separado a los del partido.

El vicepresidente Michel Temer está entre los candidatos para reemplazar a Jobim, dijo la fuente.

El ministro de Transporte de Rousseff, Alfredo Nascimento, renunció el mes pasado tras acusaciones de corrupción sistémica bajo su administración.

El principal asesor de Rousseff, Antonio Palocci, renunció a su cargo como jefe de Gabinete en junio en medio de cuestionamientos por un enorme aumento de su riqueza personal.

Los tres ministros habían mantenido profundos vínculos con Lula, aumentando la visión de que Rousseff está buscando una mayor independencia de su mentor político, que estuvo al mando de Brasil entre el 2003 y el 2010.

Autores

Reuters