El foro fue organizado por el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) bajo el título "Inseguridad ciudadana en América Latina, una amenaza al desarrollo", en el marco de los encuentros de primavera del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Washington, EFE. El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, y otras autoridades latinoamericanas denunciaron este jueves en un foro en Washington la "tragedia humanitaria" que vive la región a causa de la violencia, cuya reducción es una tarea "impostergable" que requiere de políticas y cambios estructurales.
El foro fue organizado por el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) bajo el título "Inseguridad ciudadana en América Latina, una amenaza al desarrollo", en el marco de los encuentros de primavera del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Latinoamérica y el Caribe se produce en la actualidad "el 20% del total de los homicidios" que se registran en el mundo, remarcó el presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno.
"En un día típico" en la región, una de las más inseguras del mundo por detrás de África, mueren 27 personas por el mal de Chagas, 32 mujeres por complicaciones en el parto, 156 por sida y 350 personas, mayoritariamente jóvenes, "son asesinadas", detalló Moreno.
Desde 2007 la inseguridad es la principal preocupación para la mayoría de los ciudadanos de la región, por encima del desempleo, según las encuestas.
La inseguridad tiene "un terrible costo económico", puede reducir hasta en un 7% el producto interno bruto (PIB) de un país y "disminuye la competitividad y la productividad, frena la inversión extranjera y amenaza al crecimiento y al desarrollo", sostuvo Moreno.
A su juicio, "no existe una respuesta única al desafío de la inseguridad" en la región, que requiere del "compromiso de todos los actores".
"Mejorar la justicia y reducir el crimen es una tarea impostergable, quizá la gran tarea de nuestra generación", concluyó Moreno.
Para Funes, invitado al foro para exponer la experiencia de El Salvador, donde una "tregua" entre las dos principales pandillas acordada en marzo de 2012 ha reducido a la mitad los homicidios, la inseguridad es uno de los problemas "más complejos y determinantes" de la sociedad actual.
Funes declaró que esa tregua ha creado "un ambiente diferente" para intentar "otras soluciones de fondo", integrales y estructurales, contra la violencia en El Salvador.
"Se trata de dar sostenibilidad a una tregua que no puede estar sometida a la voluntad de las partes (...) Estamos a tiempo y es una oportunidad que no podemos desaprovechar", enfatizó el mandatario.
Según Funes, es momento de "dar una respuesta como Estado y como sociedad" y no se trata de "negociar" con los pandilleros, sino de "satisfacer necesidades que les van a sacar del mundo criminal", como el acceso a la educación y al trabajo.
La tregua entre las dos principales pandillas salvadoreñas, MS-13 y Barrio 18, comenzó en marzo de 2012 y la Organización de Estados Americanos (OEA) actúa hoy de garante y observador de su cumplimiento.
El presidente salvadoreño también alertó en el foro de la acción de los grandes carteles del narcotráfico, algunos de los cuales, según comentó, "mueven más poder y dinero" que cualquier pequeño país de Centroamérica.
Además, denunció el "déficit" en la labor de los países desarrollados para reducir el consumo de drogas y sostuvo que Estados Unidos y Europa deben "tratar en profundidad el tema de la drogodependencia" para que los esfuerzos contra el narcotráfico den mejores resultados.
Mientras, el general Óscar Naranjo, ex director de la Policía Nacional de Colombia y nombrado en 2010 "el mejor policía del mundo", indicó que es una "tragedia" que en Latinoamérica la política de seguridad pública "no sea una política de Estado".
Así, Naranjo aseguró que la política de seguridad en la región "es disfuncional o está en crisis" y aplaudió que se haya erradicado la teoría que justificaba la delincuencia como resultado de la pobreza y no de la exclusión social.
Por su parte, la alcaldesa de Aguascalientes (México), Lorena Martínez, llamó la atención sobre la "impunidad plena" al destacar que en su país, como en muchos otros de Latinoamérica, solo el dos por ciento de los delitos "terminan con los delincuentes en la cárcel".
La cifra de latinoamericanos que están preocupados por la inseguridad "se triplicó" en la última década, según el vicepresidente del BM para la región, Hasan Tuluy, quien hizo hincapié en que "el miedo lleva a ocultarse tras puertas cerradas y evitar espacios públicos".