Perú paralizó por seis meses la evaluación ambiental de un proyecto minero de US$1.000 millones de Southern Copper, para aplacar violentas protestas anti mineras y postergar el conflicto al próximo gobierno, a pocos días de las comicios presidenciales.
Lima. Perú paralizó por seis meses la evaluación ambiental de un proyecto minero de US$1.000 millones de Southern Copper, para aplacar violentas protestas antimineras y postergar el conflicto al próximo gobierno, a pocos días de las comicios presidenciales.
El ministerio de Energía y Minas dijo en un comunicado la noche de este martes que su decisión se dio en "aras de mantener la paz social" en una localidad cercana al proyecto Tía María.
La decisión del gobierno se produce un día después de un enfrentamiento entre pobladores y policías que dejó un muerto y 20 heridos, en una protesta que ha puesto otra vez en el tapete los conflictos por la explotación de los recursos naturales.
Proyecto estrella retrasado en un año. Southern Copper, una de las mayores mineras del mundo controlada por Grupo México, afirmó la semana pasada que Tía María estaba retrasada un año por las protestas sociales y que esperaba una aprobación de su plan ambiental para comenzar a producir cobre en el 2013.
Tía María es uno de los proyectos estrella de Southern Copper, que elevaría la producción de la firma en 120.000 toneladas de cobre, pero que enfrenta el rechazo de pobladores porque creen que afectará los recursos hídricos de la zona, altamente dependiente de la agricultura.
"Se vive una situación de gran conmoción social, violencia e inestabilidad en la zona (...) de influencia del Tía María, que se traducen en una huelga indefinida y actos de violencia hacia la propiedad pública y privada", dijo el gobierno.
Ejecutivos de la minera no estuvieron disponibles para dar comentarios. Su presidente ejecutivo, Oscar González, dijo la semana pasada que evaluarían a mediados de abril la continuidad del proyecto en una reunión del directorio.
Southern Copper opera en Perú las minas Cuajone y Toquepala, y la fundición de Ilo, y en México, los yacimientos La Caridad y Buenavista del Cobre.
Amenazas de no votar. Más temprano, los pobladores en protesta contra el proyecto minero amenazaron con no votar en las elecciones presidenciales del domingo, a menos de que la firma Southern Copper abandone definitivamente su plan.
"No vamos a votar si la minera no se va de nuestro pueblo", dijo Jaime de la Cruz, dirigente de la localidad de Islay, donde Southern Copper tiene su proyecto de cobre.
Candidatos piden tregua. Los conflictos sociales en Perú a veces se convierten en crisis para los Gobiernos. En el 2009, más de 30 personas murieron cuando la policía se enfrentó a indígenas amazónicos que rechazaban la explotación forestal y petrolera.
Perú, con una de las economías de mayor crecimiento en el mundo, tiene cerca de US$40.000 millones en proyectos mineros y petroleros para la próxima década, pero más de 100 localidades se han movilizado para detener esos planes.
Para evitar los temores de contaminación, la empresa ha afirmado que usará agua de mar en su proyecto y cumplirá con los estándares de cuidado ambiental.
Los manifestantes en la zona de Islay mantenían el martes bloqueada una carretera principal en el sur de Perú y pidieron la intervención del Gobierno para superar la protesta.
Al menos dos candidatos presidenciales expresaron preocupación por el tema y pidieron calma a los manifestantes.
"Hay que tener muchísimo cuidado" en el tema, dijo el ex mandatario Alejandro Toledo, candidato presidencial que -según las últimas encuestas- pelea por un segundo lugar en la carrera electoral.
"Somos auspiciadores de la inversión privada nacional y extranjera, bienvenidas, pero las empresas extractivas no tienen un cheque en blanco para contaminar los ríos o los bosques", afirmó Toledo en una gira por el sur de país.
El ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski, quien también pelea por un segundo lugar, llamó a la moderación.
"Si el pueblo al final de todo no quiere la mina, pues no tendrán mina. Por eso, yo les hago un llamado a la calma y a la unidad", dijo Kuczynski.
El favorito para las elecciones es el nacionalista Ollanta Humala, quien pese a moderar su discurso radical contra el libre mercado aún es temido por los inversionistas.
Humala ha afirmado que buscará elevar los impuestos a las empresas mineras y ha dicho que los recursos naturales deben estar a disposición de los intereses nacionales.