La cifra de atentados terroristas va en aumento, pero no en todo el mundo. La mayoría de los atentados se perpetran sobre todo en cinco países.
“Once víctimas como mínimo en un atentado suicida en el norte de Nigeria”, “Varios fallecidos en atentados en Camerún”, “Dos explosiones en la ciudad nigeriana de Kano”, casi todos los días oímos noticias de este tipo, pero con motivo de otros grandes atentados, como el de París, pasan desapercibidas. Los pequeños e innumerables atentados nos muestran sin embargo la enorme dimensión que han alcanzado las huellas del terror. “En la actualidad, el terrorismo sacude el sureste asiático pasando por el Medio Oriente hasta el norte de África y el centro de Europa, Bélgica y Francia”, dice Rolf Tophoven, experto en terrorismo del Instituto de Prevención de Crisis (IFTUS) en Essen.
Aumento brusco de las víctimas de terrorismo
Es un hecho que el número de víctimas, debido al terrorismo, aumentó bruscamente. Así lo confirmó el Instituto de Economía y Paz (IEP) en Sydney. En 2014 fallecieron 32.650 personas en ataques terroristas, un 80% más que en 2013. Los países más sacudidos por los atentados son Afganistán, Irak, Nigeria, Pakistán y Siria. El IEP define “terror” como “la amenaza o ejercicio de violencia ilegal a través de un actor no estatal que desea alcanzar un objetivo político, económico, religioso o social utilizando para ello el miedo, la extorsión o la intimidación.”
Las cifras de dicho instituto corroboran el mayor aumento de las víctimas por terrorismo jamás registrado. Las organizaciones terroristas “Estado Islámico” (EI) y “Boko Haram” son responsables de la mitad de las víctimas, según el IEP. El EI derribó en los meses pasados un tercio de Irak y ocupó la mitad de Siria. Su objetivo es establecer la ley islámica o sharía, derrocar los gobiernos de la región, luchar contra Estados Unidos y liberar Jerusalén.
“Boko Haram” o “la eduación occidental es pecado” quiere también erigir un estado islamista. Esta organización africana actúa sobre todo en Nigeria y también en sus países vecinos, Camerún y Chad, y son responsables miles de muertos en los años pasados. Esta organización se fundó en Maiduguri, la capital de la región de Borno, en su mayoría musulmán. En marzo de 2015, “Boko Haram” se alió con el EI.
El EI es en la actualidad la organización terrorista más peligrosa del mundo. Guarda mucho parecido con Al-Qaeda, pero el EI persigue otra estrategia, porque asesina a todos los que se crucen en su camino, también musulmanes y de otras religiones. La desinhibición de la violencia, precisamente en contra también de los chiitas, es parte del plan de los sunitas extremistas.
Organización terrorista más peligrosa
Por donde pasa el Estado Islámico deja cenizas. Sus terroristas perpetran masacres, esclavizan a las mujeres y asesinan a menores de edad. Su brutal forma de actuar la inmortalizan en videos para reclutar a más yihadistas, que proceden de todo el mundo y viajan a Irak y Siria para incorporarse a las milicias terroristas. Solo en este año la organización reivindicó los ataques en Túnez, Turquía, Líbano y París.
Al-Qaeda sigue siendo también un peligro, dice el experto Tophoven: ”la empresa competidora del EI, por llamarla de alguna manera, es la antigua Al-Qaeda, procedente de los fragmentos y los restos de las células de la época de Osama bin Laden”, pero se está viendo superada en su radio de acción por el EI. La milicia Al Shabab también es brutal en su forma de expandir el miedo y atentar en países vecinos, como Kenia. Desde hace años, los sunistas extremistas luchan por erigir un Estado Islámico en el Cuerno de África.
Estados fracasados, caldo de cultivo
Rolf Tophoven cree que los países fracasados son el caldo de cultivo y origen del aumento del peligro terrorista. “Tenemos muchos de este tipo: los países del este africano como Somalia y Nigeria y los del colapso de la llamada primavera árabe", dice el experto y añade que "la inexistencia de leyes y normas en muchos estados se convierte de repente en suelo fértil para el reclutamiento y adoctrinamiento de voluntarios musulmanes”.
Tophoven no conoce la “receta” contra el terrorismo global, pero cree que se deberían ofrecer programas para los “desertores islamistas”. En Siria ve necesaria la lucha por tierra contra el EI: “Solo es posible limitar la expansión del EI combinando tropas de tierra y ejército del aire”.