Se mencionan gastos en los que incurrieron miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica, como el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría Económica vaticana, quien habría desembolsado "para él y sus amigos medio millón de euros en seis meses".
El libro "Avarizia" del periodista Emiliano Fittipaldi revela dispendios excesivos y poca claridad en las finanzas vaticanas en base a documentos reservados que han conducido a dos recientes detenciones en el Vaticano. Fittipaldi explica en su libro, adelantado a la prensa este 3 de noviembre, antes de su publicación, cómo desde la Fundación Bambin Gesú (Fundación Niño Jesús), creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano, salieron fondos para reformar el ático del ex secretario de Estado Tarcisio Bertone tras su jubilación.
"La fundación, definida como un vehículo para la recaudación de fondos para asistencia, investigación y actividad humanitaria del Bambin Gesú ha saldado la factura de los trabajos para un total de 200.000 euros", dice el periodista sobre el polémico asunto del apartamento de Bertone. De esta fundación también han salido fondos para alquilar, por ejemplo, "un helicóptero por la bonita suma de 23.800 euros", dice el autor en el libro.
Además se mencionan gastos en los que incurrieron miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica, como el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría Económica vaticana, quien habría desembolsado "para él y sus amigos medio millón de euros en seis meses".
Gastos e inmuebles de magnates
El periodista italiano cuenta, en otro apartado de este libro que se publicará el 5 de noviembre, que el Vaticano "posee en Roma casas por un valor de 4.000 millones de euros". Añade que ha tenido acceso a un documento escrito "en inglés y en italiano y destinado al cardenal Pell" que resume "por primera vez el verdadero valor de todos los bienes inmuebles propiedad de las instituciones del Vaticano".
Según estos documentos, la Santa Sede "posee inmuebles por un valor de 160 millones de euros". Pero un documento reservado de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA) con fecha 7 de enero de 2014 "especifica que casi siempre los inmuebles son registrados al costo de adquisición o al costo de donación, y muchos edificios institucionales están valorados en un euro. Por lo que es de esperar que el valor real sea mayor".
El autor calcula que el valor real de esas propiedades asciende a "cuatro mil millones de euros". Fittipaldi revela además que el IOR, el banco del Vaticano, no ha entregado al Banco de Italia la lista de las personas que han protagonizado casos de fuga de capitales, "a pesar de haberlo prometido".
"En las fiscalías italianas, Roma en primer lugar, y en el Banco de Italia se preguntan desde hace tiempo si las cuentas sospechosas han sido finalmente cerradas, o solamente bloqueadas o (están) durmientes a buen recaudo en las cajas fuertes del Vaticano", escribe el autor.
Fittipaldi publica su libro al tiempo que otro periodista italiano, Gianluigi Nuzzi, lanza "Via Crucis"; ambos volúmenes se basan en los documentos presuntamente filtrados por los dos detenidos, el sacerdote español Lucio Vallejo Balda -que permanece preso en el Vaticano- y la italiana Francesca Chaouqui.