Según conteos preliminares, el bloque de derecha "Chile Vamos" se transformaba en la primera fuerza política del país al superar por un estrecho margen a la coalición oficialista "Nueva Mayoría" en la votación total, aunque se destacaba la irrupción de partidos políticos emergentes.
Santiago. Una baja concurrencia marcó este domingo las elecciones municipales en Chile, en un llamado de atención de los electores contra la clase política y en el que la oposición conservadora mostraba una leve ventaja sobre el oficialismo en comunas emblemáticas.
Según conteos preliminares, el bloque de derecha "Chile Vamos" se transformaba en la primera fuerza política del país al superar por un estrecho margen a la coalición oficialista "Nueva Mayoría" en la votación total, aunque se destacaba la irrupción de partidos políticos emergentes.
La elección municipal es considerada clave por el mundo político y por analistas, ya que anticipa el mínimo de votación de los bloques o candidatos presidenciales para los próximos comicios.
El resultado de las elecciones era seguido muy de cerca por posibles candidatos presidenciales para la elección del próximo año, como los ex mandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, quienes participaron activamente apoyando a cientos de candidatos en la campaña municipal.
Despachos de televisión y de radios locales destacaron más temprano urnas con muy pocos votos en comparación a otras elecciones, lo que anticiparía un rápido conteo de votos en algunas de las más de 340 comunas en que elegirán alcaldes y concejales.
La presidenta Michelle Bachelet, cuyo apoyo roza un mínimo histórico, admitió en los últimos días que había varias razones para que los 14,1 millones de electores habilitados no se sintieran convocados a votar en unos comicios en los que el sufragio es voluntario.
Bachelet dijo que las evaluaciones sobre un posible escenario de abstención deben hacerse al final de la jornada del domingo, cuando se cuente con datos duros.
Los comicios municipales ocurrieron en medio del creciente descontento de los chilenos por las malas prácticas y el financiamiento irregular de empresas a políticos de varios partidos, a lo que se suma un caso de supuesto tráfico de influencias y delitos tributarios de la nuera de Bachelet.
Los resultados parciales en comunas emblemáticas, donde se prevé una pelea voto a voto, mostraban a la oposición de derecha con una ligera ventaja sobre el bloque oficialista.
En la comuna de Santiago, una de las plataformas para proyectar la votación del país, el oficialismo fue duramente derrotado por la derecha.
"Reconocemos este resultado a pesar de estar enfrentando una derrota. Agradezco a las personas que fueron a votar, a pesar de la altísima abstención", dijo Carolina Tohá, alcaldesa de Santiago que buscaba la reelección.
Fórmula repetida. Un fenómeno repetido en las últimas elecciones municipales es que el bloque que se impuso en ellas luego triunfó en los comicios presidenciales del año siguiente.
En la última elección municipal del 2012, la coalición conservadora del entonces presidente Sebastián Piñera fue derrotada y abrió el camino a la elección de Bachelet.
En esa elección municipal la abstención alcanzó 60% en el estreno del voto voluntario en Chile, la participación más baja desde el retorno a la democracia en 1990.
La abstención estaría influida además en esta ocasión porque se cambió el domicilio de votación de 500.000 ciudadanos inscritos sin su consentimiento. La falla le costó la salida a la ministra de Justicia.
