"El proyecto de reforma que está siendo debatido en el Senado no resolverá cada problema de nuestro sistema financiero, ningún proyecto de ley podría hacerlo", dijo Obama.
Washington. El presidente Barack Obama pidió el sábado una rápida acción del Senado para reformar los reglamentos sobre Wall Street, a fin de "asegurar el futuro económico de Estados Unidos", mientras el proyecto de ley ingresa a una etapa decisiva en el Congreso la semana próxima.
Faltando unos meses antes de las cruciales elecciones legislativas de noviembre, Obama acudió a la frase populista de "ayudar a la gente de Main Street", mientras exhortaba a aprobar las severas regulaciones para evitar una repetición de la crisis financiera del 2008 y el 2009.
Los aliados demócratas de Obama y los republicanos de la oposición siguen en desacuerdo respecto a una serie de enmiendas, pero la ley podría ser sometida a votación en el Senado estadounidense para fines de la semana próxima y se espera ampliamente su aprobación.
"El proyecto de reforma que está siendo debatido en el Senado no resolverá cada problema de nuestro sistema financiero, ningún proyecto de ley podría hacerlo", dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet.
"Pero este sólido proyecto es importante y yo exhorto al Senado a aprobarlo lo más pronto posible, a fin de que podamos asegurar el futuro económico de Estados Unidos en el siglo XXI", agregó el mandatario.
El clima político en Washington se ha vuelto a favor de la legislación propuesta por el Gobierno - que podría marcar la reforma más amplia al sistema financiero estadounidense desde la década de 1930 - y en contra de grupos de presión de la industria que buscan debilitar cualquier iniciativa de cambio.
Los republicanos reconocen la necesidad de una reforma, pero buscan rechazar algunas propuestas demócratas que consideran como una intervención excesiva del Gobierno en el sector privado.
De todas formas, los republicanos parecen cada vez más renuentes a correr el riesgo político de bloquear la aprobación de la ley y ser descritos como aliados de Wall Street en un año electoral.
Obama también tiene mucho que perder. Con el desempleo de Estados Unidos apenas por debajo del 10 por ciento, los estadounidenses están ansiosos por las finanzas del país, dejando los niveles de aprobación del mandatario bajo el 50 por ciento y amenazando con generar pérdidas entre los demócratas en los comicios legislativos.
"Visto de manera simple, la reforma a Wall Street dará mayor seguridad a la gente de Main Street", dijo el presidente.