Algunos en Washington y Pekín están tratando a la cumbre como una prueba de cuán bien pueden trabajar ambas potencias juntas, mientras las ambiciones de China crecen al ritmo de su rápida expansión económica.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su contraparte chino, Hu Jintao, confrontarán este miércoles sobre Corea del Norte y los desequilibrios económicos bilaterales cuando se reúnan en medio de la pompa de una visita de estado formal.
Ambos presidentes han prometido una cooperación más fuerte entre las dos mayores economías del mundo, en un esfuerzo por superar las diferencias del último tiempo sobre derechos humanos, Taiwán, Tíbet y el creciente déficit comercial de Estados Unidos con China.
Algunos en Washington y Pekín están tratando a la cumbre como una prueba de cuán bien pueden trabajar ambas potencias juntas, mientras las ambiciones de China crecen al ritmo de su rápida expansión económica.
"Nosotros cargamos con responsabilidades por ser la primera y segunda economías más grandes del mundo. Cargamos con responsabilidades especiales por la amenaza a la estabilidad del mundo representada por los programas nucleares de Corea del Norte e Irán", dijo la secretaria de Estado Hillary Clinton a la televisión china, de acuerdo a una transcripción entregada por el Departamento de Estado.
"Por lo tanto esta es una coyuntura crítica para determinar qué tan bien puede avanzar esta relación de cooperación entre nuestros dos países", agregó Clinton.
Hu ha sido reacio a ceder terreno a las demandas estadounidenses para que intensifique la presión sobre Corea del Norte, aliado de China, para que abandone su programa nuclear, luego de que el régimen de Pyongyang alarmó a la región al bombardear una isla surcoreana y divulgó avances en el enriquecimiento de uranio.
Pekín tampoco ha hecho caso a las demandas para una apreciación más rápida del yuan, que podría encarecer relativamente los productos chinos y ayudaría a reducir el superávit comercial de China con Estados Unidos, que Washington estima en 270.000 millones de dólares.
Los legisladores estadounidenses están impacientes esperando resultados sobre este tema, y si las discusiones arrojan magros resultados podrían incrementar la presión sobre China para castigarla por manipular su moneda.
"Es crítico que el Congreso, y el resto del mundo, vea resultados durante la cumbre entre el presidente chino Hu Jintao y el presidente Obama, particularmente en lo que respecta a Corea del Norte y temas económicos", escribió Rick Larsen, copresidente del Grupo de Trabajo EEUU-China de la Cámara de Representantes, en un comunicado enviado por correo electrónico.
Hu posiblemente planteé sus propias preocupaciones sobre las políticas económicas y de seguridad de Estados Unidos, incluidas las ventas de armas a Taiwán.
Pekín también quiere que el Gobierno estadounidense reasegure que las grandes tenencias chinas de bonos del Tesoro no están amenazadas por lo que algunos críticos podrían describir como políticas fiscales laxas por parte de Estados Unidos.
China ha buscado suavizar el disgusto de Estados Unidos por la pérdida de puestos de trabajo y el déficit comercial con acuerdos empresariales que podrían alcanzar los 8.500 millones de dólares en la víspera de la visita de Hu.
Con esperanzas de concretar más acuerdos, varios empresarios estadounidenses y chinos se reunirán el miércoles en la Casa Blanca. Obama y Hu tienen programado participar de la reunión.