Bargalló presentó su renuncia luego de admitir que tenía una relación sentimental con una mujer con la que fue fotografiado mientras estaba en una playa de México.
El papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de monseñor Fernando María Bargalló, de 57 años, al gobierno pastoral de la diócesis de Merlo-Moreno, informó hoy la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
Al aceptar la dimisión, el papa nombró Administrador Apostólico de esa diócesis a monseñor Alcides Jorge Casaretto, de 75 años, obispo emérito de San Isidro, hasta que la Santa Sede designe al nuevo obispo diocesano.
La renuncia fue aceptada "en conformidad con el canon 401, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico", informó el nuncio apostólico monseñor Emil Paul Tscherrig, a través de la agencia AICA.
El párrafo 2 del canon 401 dice: “Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedare disminuida su capacidad para desempeñarlo”.
Bargalló presentó su renuncia luego de admitir que tenía una relación sentimental con una mujer con la que fue fotografiado mientras estaba en una playa de México.
La diócesis de Merlo-Moreno fue erigida por Juan Pablo II el 13 de mayo de 1997, y comprende los partidos bonaerenses de Merlo y Moreno, que fueron desmembrados de la diócesis de Morón.
La sede episcopal fue fijada en la ciudad de Moreno, que tiene una superficie de 350 kilómetros cuadrados con una población de unos 900.000 habitantes, de los cuales se estima que el 80% son católicos.
Monseñor Bargalló fue el primer obispo de esa diócesis, y fue nombrado por Juan Pablo II el 13 de mayo de 1997, e inició su ministerio pastoral el 28 de junio de 1997. Antes había sido obispo auxiliar de Morón desde su ordenación episcopal el 31 de mayo de 1994.
Monseñor Casaretto, designado Administrador Apostólico de Merlo-Moreno, fue durante 27 años obispo diocesano de San Isidro, diócesis a cuyo gobierno pastoral renunció por haber cumplido 75 años, edad que señala la norma canónica.
El Papa le aceptó la renuncia el 30 de diciembre de 2011, no obstante conserva el “título” de San Isidro en calidad de emérito.