La localidad tiene 3.869 habitantes, el ingreso anual promedio por familia supera los US$200.000 y 49% de las viviendas vale un millón de dólares o más.
La campaña de Mitt Romney ha tratado de rebatir la impresión de que es un millonario elitista que creció de espaldas al estadounidense de a pie, al que promete ayudar. El intento se derrumba cuando uno visita Bloomfield Hills, la impresionante ciudad de crianza del candidato republicano.
Nacido el 12 de marzo de 1947 en Detroit, Michigan, Willard Mitt Romney fue el menor de los cuatro hijos de una familia mormona encabezada por George Romney, un empresario vinculado a la industria automotriz que luego sería tres veces gobernador del norteño estado por el Partido Republicano, de 1963 a 1969.
George y su esposa Lenore vivieron en una casa de 500 metros cuadrados en el exclusivo barrio de Palmer Woods hasta 1953, cuando decidieron mudarse a la aún más exclusiva Bloomfield Hills.
Aunque Romney acostumbra invocar sus raíces en Michigan, residentes de Bloomfield Hills entrevistados por Télam dijeron que las raíces del candidato en el estado no influirán mucho en su voto en las elecciones del próximo martes 6, incluso aquellos que afirmaron que optarán por él.
"Estoy orgullosa de que sea de Michigan, auqnue eso no será un factor determinante de mi voto", señaló Helen Lapointe, una mujer de unos 60 años, que acababa de hacer sus compras en un supermercado sobre la autopista South Telegraph Road, que bordea a Bloomfield Hills por el Oeste.
"Pero sí votaré por Mitt Romney porque creo que tiene la integridad, el carácter, la entereza y la experiencia para sacar adelante sus iniciativas y hacer una diferencia para mejor", dijo.
Ubicado a 32 kilómetros al noroeste de Detroit, este lugar de bucólico ensueño que recorre este enviado de Télam y donde las mansiones compiten por ver cuál es más grande y fastuosa, es la cuarta ciudad más rica de Estados Unidos entre las que tienen entre 2.500 y 10.000 residentes.
Según cifras oficiales, la localidad tiene 3.869 habitantes, el ingreso anual promedio por familia supera los US$200.000 y 49% de las viviendas vale un millón de dólares o más.
No hay un "centro" y prácticamente tampoco veredas; todo el mundo anda en auto y no se ve a gente caminando ni a vecinos a quienes saludar hamacándose en los porches de las casas, que en su mayoría están separadas entre sí por cientos de metros. El terreno y los calles son tortuosos, desiguales, con altos y bajos.
Pese a la fortuna de su familia, Romney asistió a escuelas públicas de Bloomfield Hills hasta séptimo grado, cuando sus padres decidieron mandarlo a Cranbrook School, uno de los colegios más caros y exclusivos de Estados Unidos y uno de los 2.430 sitios clasificados como de mayor importancia histórica del país.
"Cualquier colegio estaría encantado de contar entre sus alumnos a un candidato al máximo cargo del país", dijo a Télam Clayton Matthews, vocero de Cranbrook, durante una recorrida por el campus, salpicado de imponentes edificios de ladrillo y piedra estilo Tudor, con muros con soleras, ventanas altas y estrechas.
"Este es el espacio que él conoció como estudiante, y es muy similar al de aquella época. Los árboles están más altos, pero no ha cambiado mucho en realidad", agregó Matthews, antes de guiar a Télam hacia el interior del edificio donde estudió Romney, al comedor, a los dormitorios, a la biblioteca y la sala de lectura.
Romney, cuya última visita oficial a Cranbrook fue en 2005 para recibir un "Premio al Alumno Distinguido", estaba en cuarto grado cuando conoció a Ann Davies, su futura esposa, hija de un empresario y alcalde de Bloomfield Hills. Ann asistía al cercano Kingswood School, el colegio de mujeres del mismo Cranbrook.
Mitt y Ann se casaron en 1969, al regreso de un viaje de dos años y medio que el republicano hizo a Francia como misionero mormón y que le permitió evitar ser reclutado para la Guerra de Vietnam. Al casamiento en Bloomfield Hills asistieron 250 personas, entre ellas el entonces presidente estadounidense, Gerald Ford.
Al día siguiente viajaron a Salt Lake City, Utah, para repetir la ceremonia matrimonial en un templo mormón (en un acto que se denomina "sellamiento").
Más tarde abandonaría Michigan para siempre para instalarse en Massachusetts, el estado del cual fue gobernador de 2003 a 2007, luego de hacer fortuna como empresario dedicado a comprar empresas quebradas y reestructrarlas.
Pero no todos piensan como Helen Lapointe en esta particular Bloomfield Hills. Craig Jolly es un ejemplo de los que piensan muy distinto respecto al candidato que creció allí pero amasó su poderío político en otro sitio.
"Romney creció cerca de mi casa. Tengo amigos que fueron a la escuela con él pero no creo que su pasado aquí le importe a nadie. El y su esposa han tratado de mostrarse como `Michiganders` y gente común. Pero crecieron en la parte más exclusiva de Bloomfield Hills y eran muy acaudalados, muy elitistas", contó a Télam.
"No creo que sea una persona sincera. Cambia de posiciones todo el tiempo según el humor general. Creo que es un oportunista", prosiguió, sentado en un bar en la ciudad de Birmingham, el centro urbano más cercano a Bloomfield Hills.
"Voy a votar por Obama. Es inteligente y su gestión habla por sí misma: el PBI creció, el desempleo bajó, la industria automotriz volvió a ponerse de pie, la confianza del consumidor creció y él eliminó a más o menos los 15 máximos líderes de Al Qaeda, incluyendo al mismísimo Osama Ben Laden", agregó.
Los sondeos dan a Romney hasta 10 puntos por debajo de Obama en su estado natal y para Richard Hall, profesor de la Universidad de Michigan, esto no es ninguna sorpresa ya que en 2009 se opuso a la decisión del mandatario demócrata de estatizar temporalmente a General Motors y Chrysler para salvarlas del colapso.
"Primero, Romney hace mucho que no vive en este estado. Segundo, Michigan es la cuna de la industria automotriz y del movimiento obrero organizado. Su oposición al salvataje de las automotrices lo perjudica y lo va a perjudicar" en las urnas, declaró Hall.