Luego de una semana de polémica por los primeros anuncios del alcalde Gustavo Petro, El Espectador buscó a ciudadanos que contaron sus preocupaciones y expectativas ante las tareas del edil.
*Enrique Blanco. Miembro de la Asociación Distrital de Educadores: la propuesta de la jornada única o de ocho horas no es una propuesta nueva. Tampoco surgió del gobierno sino del magisterio, como respuesta a la necesidad de mejorar la calidad en la educación, y está estipulada en la ley 115, pero no se ha retomado porque no es tan fácil.
Lo que decimos quienes pertenecemos al magisterio es que debe haber un gran debate sobre el currículum que se implementaría en una jornada escolar de ocho horas. No se trata de llevar a los estudiantes a jugar o a una salida por el barrio para que aprendan de forma ligera. Si en este momento muchos estudiantes no se sienten a gusto con seis horas, cómo será con ocho. Debe haber una discusión sobre las actividades que se van a hacer en estas horas y cómo se hará la reglamentación.
En cuanto a infraestructura, se deben garantizar necesidades como la alimentación de los niños y jóvenes que van a pasar la mayoría del tiempo en el colegio, además de adecuar otros espacios culturales y de aprendizaje diferentes a las aulas.
Otro de los puntos que no se ha discutido es el salario de los profesores. Es necesario pensar qué va a pasar con los profesores que hacen parte de la otra jornada que existe actualmente. Lo ideal sería que estén ubicados en otra plaza laboral, en colegios que remodelen o en otras funciones que plantee el nuevo currículum.
En general, hay mucho escepticismo entre algunos docentes. Uno no sabe qué esperar de Petro. Muchos miembros de Fecode apoyaron la campaña Progresista del alcalde, pero ahora también hay que presionarlo para que la tarea se haga bien.
*Édgar Velásquez. Conductor de servicio público: yo miro con esperanza el tono en el que la actual administración está hablando del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Vamos bien en el cronograma, justo en la etapa de preoperación: estamos adecuando la flota, los patios en donde vamos a guardar los buses, capacitando a nuestros conductores, entre otras cosas.
Hay aspectos por mejorar. Por ejemplo, sentimos que faltó más apoyo financiero del gobierno antes de firmar los contratos de operación de las zonas. Una de las ventajas del SITP es la democratización del sistema entre lo que llaman los pequeños propietarios, como yo y muchos otros, que sólo tenemos 1 ó 2 buses. Para lograr acceder al sistema faltaba dinero; muchos quedaron por fuera por esa falta de apoyo.
Entonces, si el alcalde planea introducir buses híbridos o eléctricos, bienvenidos sean, siempre y cuando haya subsidios para los transportadores, porque no podemos pagar todo, o si no ese costo termina yéndose a la tarifa y ahí perdemos todos.
Entre más rápido entre a funcionar el SITP, mejor para todos, incluido el ciudadano, porque nosotros tenemos créditos andando y otras cosas que cuestan y eso también se iría a la tarifa. El alcalde tiene muy clara la movilidad a largo plazo, pero le falta contarnos mejor el corto plazo, explicar bien cómo va a ser el plan de choque cuando entre en operación el SITP, por ejemplo. El cronograma dice que a finales de 2013 estará implementado por completo. Pero creo que la puesta en marcha se le va a llevar los cuatro años al alcalde. Sea como sea, que deje su mandato con el sistema ya andando. Esa es nuestra petición.
*Jairo Uribe Triana. Economista, funcionario del Banco de la República: señor alcalde, dentro de sus anuncios está el de instalar peajes para ingresar al centro de Bogotá. Si la intención de esta medida es desestimular el uso del automóvil particular, debería tener en cuenta al sufrido habitante capitalino que tendrá que transportarse en el inseguro, incómodo, insuficiente y lento servicio de transporte público.
Primero, es importante que se termine de montar el Sistema Integrado de Transporte y el arreglo de las vías y se concientice a los transportadores de que no pueden seguir explotando a los conductores, suponiendo que así mejora la movilidad de la capital.
¿Qué pasará entonces con el tema de recuperar el centro e incentivar la construcción y compra de viviendas, centros comerciales y culturales? Muy seguramente la medida ahuyentará a los ciudadanos, pues tendrían que pagar más para poder dormir tranquilos en sus hogares. ¿Y qué nos dice del tema cultural y del educativo? Muchos de los centros culturales más importantes de la ciudad están en La Candelaria, así como diversas universidades y colegios. Seguramente, su propuesta también ahuyentaría a este tipo de usuarios.
Pero no todo puede ser negativo. Alcalde, infórmenos qué tendrá de bueno esta medida. Si por lo menos se mantendrá en buen estado la malla vial, habrá parqueaderos cómodos y seguros, las gentes que habitan el centro serán eximidas de este pago, el tránsito fluirá en la zona y no nos demoraremos cuarenta y cinco minutos en recorrer diez cuadras. Entonces, sí, hasta lo pagaríamos con gusto.
*Nohra Padilla. Líder de la Asociación de Recicladores de Bogotá: recibo a Petro con esperanza. En la administración pasada nos fue muy mal. La alcaldía aparentó que nos vinculaba en sus procesos, pero lo que hizo fue desplazar a más de 25 mil recicladores. Siempre hemos tomado partido en las elecciones, porque somos conscientes de la responsabilidad que implica depositar un voto. Por eso en su momento apoyamos al Polo con Lucho Garzón, y no niego que luego respaldamos a Samuel Moreno. Ahora apoyamos a Petro, porque nos gustan los gobiernos que generen participación y reconozcan las necesidades de los sectores vulnerables.
Con la idea de establecer presupuestos participativos aparece la oportunidad de que la gente manifieste no sólo sus propuestas, sino también sus intereses. En cuanto a lo que nos compete directamente, la iniciativa de Basura Cero, exitosa en Argentina y Brasil, y que pretende establecer, en conjunto con el gremio de recicladores, esquemas de recolección organizados, sería muy beneficiosa para la ciudad. Eso sí, mientras la Alcaldía de Petro aplique su principio de ‘Construir sobre lo construido ’ y así reconozca el trabajo que durante 20 años hemos hecho como organización. Hay que hacerle caso a la Corte Constitucional en su exigencia de incluirnos en las licitaciones. La Corte está dando unas señales claras y esperamos que con los nuevos funcionarios no tengamos que enfrascarnos, otra vez, en batallas. Nos parecerá absurdo y desmotivante.
Estamos satisfechos de que Petro sea alcalde, sabemos que su reto es grande, en él no sólo recaen nuestras esperanzas y las de muchos ciudadanos que quieren ser parte del progreso que Bogotá necesita.
*Carlos Pardo. Director de la Fundación Despacio: los usuarios de la bicicleta hemos sufrido ya cuatro años de desdicha. Principalmente, hemos oído promesas incumplidas, casi en calidad de burla: kilómetros de ciclorruta no construidos, otros que existían fueron destruidos; el secretario prometía en reuniones pero nada en acciones, y hubo inversiones en estudios por más de 900 millones sin un solo informe a la luz pública, incluyendo 538 millones invertidos en un piloto de bicicletas públicas con resultados de muchas dudas. A eso se agrega que, por primera vez en diez años, incrementaron los accidentes fatales de ciclistas y nos acechan los policías de tránsito con comparendos inventados.
Petro parece que va por otro camino. Su programa de gobierno incluye bicicletas pero no es concreto. Le haremos seguimiento para que especifique y cumpla esas promesas que en el papel suenan muy bonito: más cicloparqueaderos, bicicletas públicas y más ciclorrutas. Tomamos nota y estamos preparados a apoyarlo y defenderlo, o criticarlo y exigirle, según el caso.
Hay indicios positivos en los primeros días: tener a Ana Luisa Flechas como Secretaria de Movilidad es contar con una aliada del transporte sostenible con gran conocimiento técnico. Saber que se busca implementar un peaje urbano y que las autopistas ya no despiertan tanto interés son noticias que muestran que vamos en buen camino y que fomentan el uso del transporte público, caminar y la bicicleta. Los ciclistas, por nuestro lado, nos estamos organizando para observar continuamente qué y cómo se implementa. Esta vez no nos van a tomar del pelo.