La nacionalización de la Transportadora de Electricidad (TDE) impulsada por el gobierno de Evo Morales no da una buena señal en el extranjero, dicen cuatro analistas, quienes coincidieron en afirmar que la medida es más política que económica.
Tras el anuncio del presidente Evo Morales de nacionalizar la Transportadora de Electricidad SA (TDE), cuatro analistas coincidieron en afirmar que la medida es más política que económica. Mientras, Liberato Moya, funcionario de la Empresa Eléctrica de La Paz, dijo que la decisión, según ABI, “conviene al Estado por ser un sector estratégico”.
“No es una buena decisión (...). Creíamos que ya había acabado ese tiempo, pero a todos nos sorprendió esta nacionalización. Desde el punto de vista político no es un buen avance”, dijo a La Razón Armando Méndez.El economista Armando Álvarez coincidió con su colega y dijo que “con estas medidas no hay seguridad jurídica en el país y se ahuyentan las inversiones”.
Motivos. Evo Morales dijo que su gobierno dictó el decreto como un justo reconocimiento a los trabajadores y al pueblo boliviano, que “ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos”, al recordar la nacionalización, en la misma fecha, de los hidrocarburos, de las telecomunicaciones y de las plantas de generación de energía eléctrica.
Para el analista económico Gonzalo Chávez, “esta nacionalización implica que el gobierno manejará transporte y generación de la ahora empresa nacionalizada; por lo tanto, todos los apagones y la falta de electricidad van a ser responsabilidad del Gobierno nacional”.
El motivo que justifica la nacionalización, por la falta de inversión en 16 años de la española Red Eléctrica Internacional en la Transportadora de Electricidad, podría tener algo de cierto para Horst Grebe. Pero “un acuerdo con la empresa española hubiera dado resultados más eficaces; se pudo haber negociado un plan de inversiones que dé resultados inmediatos, mientras que la nacionalización entra en una incertidumbre sobre la relación con las inversiones extranjeras”, manifestó.
Álvarez no cree que la empresa española haya brindado un mal servicio “que justifique la nacionalización, es claramente una medida política en beneficio del gobierno”. Sobre la medida en sí “ya no tiene el impacto del pasado”, aseguró Chávez, y Grebe sostuvo que “se nacionalizó el 1 de mayo por una decisión más política que económica; no era necesaria la nacionalización”.
“Morales cree que con estas medidas va a recuperar un apoyo político perdido en estos años. Está tomando decisiones económicas que no le van a servir a Bolivia en el largo plazo”, enfatizó Méndez, quien luego pidió al Gobierno explicar a la población, de manera transparente, el costo de las nacionalizaciones en el país.