Autoridades del gobierno y dirigentes de la Central Obrera Boliviana se reúnen en el ministerio de Trabajo. Mientras, maestros urbanos y rurales bloquean distintos puntos de La Paz y las autoridades exigen que se suspendan las medidas de presión para que el diálogo continúe.

Autoridades del gobierno y dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) se reúnen este martes desde las 08.15 de la mañana (local) en instalaciones del ministerio de Trabajo con la intensión de reiniciar el diálogo sobre las reformas a la Ley de Pensiones. Sin embargo, la continuidad de las negociaciones se encuentra en duda debido a que los marchas y bloqueos que iniciaron los maestros en La Paz.

“Pedirles a los dirigentes de la COB que deben levantar las movilizaciones”, declaró el ministro de Trabajo, Daniel Santalla, al ingresar a la cita con los sindicalistas junto a sus colegas de Economía, Luis Arce, y de gobierno, Carlos Romero. Los periodistas que realizan la cobertura de ese encuentro informaron que éste comenzó con mucha tensión debido al reclamo de las autoridades por las medidas de protesta.

Santalla dijo que el diálogo difícilmente podría continuar en medio de medidas de presión, aunque reiteró que el gobierno está dispuesto a trabajar con los sindicalistas hasta encontrar una solución racional a sus demandas. Una hora y 20 minutos después del ingreso de las autoridades de gobierno la reunión continuaba.

Entretanto, los maestros instalaron un bloqueo a la altura del peaje de la autopista El Alto y otro en las calles 11 y 12 de Obrajes, en la zona sur.

De igual forma, maestros rurales se movilizan en inmediaciones de la Portada y en la zona de San Jorge. Anuncian que realizarán marchas por las principales calles y avenidas de La Paz en reclamo a su demanda de una pensión equivalente al 100% del salario, al igual que reciben los militares.

También se informó de una multitudinaria marcha a la altura de la Plaza del Maestro, en la zona de Villa Fátima y otra en la calle Kollasuyo. En este último caso se trata de aproximadamente 500 trabajadores fabriles que, al igual que los maestros, se dirigen al centro de La Paz.

Ante este panorama, la Plaza Murillo fue cerrada a la circulación vehicular y en el lugar se instaló un cordón policial de seguridad.