Además, la participación ciudadana en los comicios registra una media de 88%o, que la posiciona como una de la más altas en la región sudamericana.

La Paz. Los bolivianos y bolivianas acudieron entre 2005 y 2015 a votar en 10 procesos electorales que costaron, en total, cerca de 140 millones de dólares (mdd), según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la ex Corte Nacional Electoral (CNE).

Entre comicios generales, subnacionales, judiciales, constituyentes, revocatorios y referendos, Bolivia tuvo, en promedio, un proceso electoral cada año a un costo de 14 millones de dólares, lo que para politólogos, oficialistas y TSE, representa una inversión que fortalece la democracia.

Además, la participación ciudadana en los comicios registra una media de 88 por ciento, que la posiciona como una de la más altas en la región sudamericana.

Un ex vicepresidente, un politólogo, una vocal del TSE, oficialistas y opositores, consultados por Xinhua, coinciden que el costo millonario debe asumirse, más que como dispendio, como inversión para fortalecer la democracia y la construcción de la estabilidad política.

“Cada referendo y cada elección es ‘muy costosa’ porque se debe llegar hasta el último rincón de Bolivia y hasta el último ciudadano para que ejerza su derecho a elegir”, dijo Dunia Sandóval, vocal del TSE.

Está claro que en el último tiempo es cada vez más común que el pueblo boliviano delibere por medio de la democracia directa, dejando de lado las otras formas de deliberar y gobernar por medio de sus representantes.

Estos representantes son el presidente, diputados, senadores, gobernadores, alcaldes, asambleístas departamentales y concejales municipales.

En la última década, según los datos de la ex Corte Nacional Electoral y el actual TSE, en Bolivia se desarrollaron tres elecciones generales (2005, 2009 y 2014), una elección de prefectos (2005) y dos elecciones subnacionales (alcalde y gobernadores 2010 y 2015).

También, tres referendos de carácter autonómico (2006, 2009 y 2015), un referendo de revocatoria de mandato popular (2008), un referendo para aprobar la Constitución (2009) y una elección judicial (2011).

La ciudadanía está convocada a un referendo el 21 de febrero de 2016 para modificar parcialmente la Constitución y definir si se habilita, o no, al presidente Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera para la respostulación en el 2019, con miras a la gestión 2020-2025.

Se calcula un presupuesto de al menos 140 millones de bolivianos (20.4 millones de dólares) porque se precisará administrar en 33 países, además de Bolivia.

Para este 2015 se aprobó un presupuesto de 50 millones de bolivianos (7.3 millones de dólares), que se están ejecutando, y se requerirán más recursos para el próximo año, según el TSE.

Bolivia erogó en una década 123 millones de dólares para los 10 procesos democráticos, cifra que se prevé que sobrepasará los 140 millones de dólares con la suma del presupuesto del referendo del 2016.

El costo del referendo ascenderá, según los cálculos, a 20 millones de dólares, monto similar a la inversión de las generales de 2014.

Durante estos 10 procesos electorales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el presidente Evo Morales han logrado una amplia supremacía al vencer con solvencia en las urnas.

La única apuesta por el Sí a la aprobación de los estatutos autonómicos salió derrotado en septiembre de 2015, pues el No se impuso en los cinco departamentos donde se realizó la consulta popular.

Morales hizo historia desde el día en que ganó las elecciones, en diciembre de 2005, cuando obtuvo el 53,7 por ciento de los votos y se convirtió en el primer presidente de la democracia en lograr un triunfo por mayoría absoluta.

Luego encararía otros procesos electorales y los ganaría todos: en 2008 se impuso en el referéndum revocatorio con el 67 por ciento de los votos; en 2009 ganó las elecciones generales con el 64 por ciento y, en 2014, volvió a triunfar con el 61 por ciento de los sufragios.