"El gobierno de (Evo) Morales desea mejorar mucho más las relaciones con Washington, pero para ello se requiere un cambio de actitud que implica el respeto a la soberanía de Bolivia", afirmó Alvaro García, vicepresidente boliviano.
La Paz, Xinhua. El vicepresidente boliviano Alvaro García dijo este jueves que Bolivia está interesado en mejorar las relaciones con Estados Unidos en 2013, sin embargo aclaró que para ello es fundamental el respeto a la soberanía y el cambio de actitudes impositivas por parte de Washington.
"El gobierno de (Evo) Morales desea mejorar mucho más las relaciones con Washington, pero para ello se requiere un cambio de actitud que implica el respeto a la soberanía de Bolivia", afirmó Alvaro García en conferencia de prensa.
También manifestó su deseo de que el próximo secretario de Estado de Estados Unidsos, el senador John Kerry, comprenda que Bolivia solamente espera respeto para mejorar las relaciones bilaterales.
El vicepresidente boliviano señaló que el nuevo secretario de Estado le parece una persona interesante, con un pensamiento más amplio.
"Creo que Kerry tiene un perfil más abierto y ojalá logre entender lo que quiere Bolivia y lo que quiere cualquier país soberano del mundo, respeto a su vida política, a su vida institucional", enfatizó.
Alvaro García aseguró que si la nueva autoridad estadounidense garantiza el pedido boliviano, las relaciones "fluirían de una manera extraordinaria".
Según el vicepresidente boliviano, si Estados Unidos continúa con mecanismos de "guerra ideológica" de baja intensidad a través de organizaciones no gubernamentales (ONG) y de lobbies políticos, el gobierno estadounidense encontrará una actitud "molesta" de la administración del presidente Evo Morales.
Los gobiernos de La Paz y Washington firmaron el 7 de noviembre de 2011 en Estados Unidos el Acuerdo Marco que guíe las relaciones entre ambas naciones.
El convenio instituye una comisión mixta para garantizar la aplicación del acuerdo y da pie al restablecimiento de los embajadores de ambos países sobre la base del "respeto mutuo", que hasta la fecha no se ha hecho efectivo.
En septiembre de 2008 el presidente Morales expulsó de Bolivia al embajador estadounidense Philip Goldberg, tras acusarlo de conspiración.
Poco después, Washington expulsó al diplomático boliviano Gustavo Guzmán.
En noviembre de 2008 el gobierno de Bolivia ordenó el cierre en el país de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA).
La relación bilateral, en los últimos cuatro años, estuvo marcada por acusaciones de "injerencia y conspiración" contra la embajada estadounidense por parte de Bolivia.
Como consecuencias del encaminamiento de relaciones entre ambos países el 28 de febrero pasado, los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos decidieron la reposición de embajadores, aunque no fijaron la fecha para concretar esta iniciativa.
Hasta la fecha ambos gobierno aún no han designado embajadores.
El vicepresidente Alvaro García ratificó este jueves las acusaciones contra la embajada de Estados Unidos, al asegurar que se expulsó al embajador Goldberg por intromisión en la política interna y por considerar que fue parte de la conspiración golpista de 2008.
El presidente Morales expresó el lunes pasado sus dudas con respecto a que el acuerdo marco firmado con Estados Unidos en 2011 ayude a mejorar la áspera relación diplomática.
Admitió que su gobierno tiene "profundas diferencias" de carácter ideológico, cultural, especialmente programático con Estados Unidos, sin embargo espera que con el nuevo acuerdo marco se puedan mejorar las relaciones.
El viernes pasado el responsable diplomático estadounidense en La Paz, Larry Memmott, expresó su confianza en una pronta reposición de embajadores.
Memmott dijo que los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos tienen "las mismas metas", como la lucha contra la pobreza y la protección de la Tierra, aunque admitió tener diferencias de opinión.