El canciller boliviano, David Choquehuanca, explicó que el presidente Evo Morales instruyó la exploración de diversas alternativas para resolver el tema de su mediterraneidad, sin descartar, eso sí, el diálogo con las autoridades chilenas.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, de gira por Europa, dijo que su país prefiere solucionar sus diferencias con Chile sobre una salida soberana al mar mediante el diálogo, pero recordó que ya han esperado “más de 100 años” por esto.
“Hemos esperado más de 100 años y el Presidente (Evo) Morales ha instruido y ha conformado una dirección estratégica de reivindicación marítima sin descartar el diálogo, para que podamos explorar todas las alternativas”, dijo Choquehuanca a BBC Mundo.
La tensión entre los dos países subió en las últimas semanas luego que el Presidente boliviano asegurara que Chile es un “peligro” para toda la región, luego que el Mandatario chileno dijera que defenderá la soberanía y el territorio de su país “con toda la fuerza del mundo”.
“Falta de información” sobre el Silala. Otro tema de disputa entre los 2 países es el uso de las aguas del manantial del Silala.
La semana pasada Morales reiteró su aval al proyecto de la región del Potosí para conducir proyectos de desarrollo en el Silala, que surte al norte chileno a través de un canal artificial creado gracias a un acuerdo de arrendamiento a principios del siglo XX.
Bolivia le reclama a Chile que nunca pagó por el consumo de las aguas, aunque Santiago dice tener derechos adquiridos sobre el curso de agua, que califica de río internacional.
Los proyectos representarán una reducción del suministro de agua en un 30%, lo que ha sido calificado como una provocación por parte de autoridades chilenas.
Pero según Choquehuanca, hay un problema de “falta de información” sobre el Silala, que su país reivindica como un manantial propio. “En ningún momento (es una provocación). Todos los pueblos tienen derecho a decidir soberanamente sobre sus recursos naturales”, indicó.
Tensa relación con EE.UU. El canciller boliviano, quien se encuentra actualmente en Europa promoviendo la inclusión de una excepción en la Convención de Naciones Unidas contra las drogas para reconocer como legal el consumo de hoja de coca en Bolivia, también habló de las complejas relaciones de su gobierno con Estados Unidos.
Morales aseguró la semana pasada que “tener relación con la embajada de EEUU es como una caca”, dichos que el subsecretario interino de Asuntos Públicos del Departamento de Estado de EEUU, Mike Hammer, calificó como “poco constructivos”.
Ante esto el canciller Choquehuanca aseguró a la BBC que “su despacho sigue trabajando por restablecer las buenas relaciones entre Bolivia y Estados Unidos, aunque no precisó si espera que esto ocurra en el corto, mediano o largo plazo”.
“El Presidente Morales a mí me ha nombrado para construir buenas relaciones con todos los países del mundo, incluyendo Estados Unidos. Ése es mi trabajo”, aclaró.
Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Washington en 2008, cuando Morales expulsó al embajador estadounidense, a quien acusaba de injerencia en los asuntos internos.