Las operaciones del Servicio General de Identificación Personal(Segip) en todo el país fueron suspendidas ante las alertas de posible toma de las oficinas.
La protesta policial se agudizó durante esta jornada, tras la toma de las oficinas del Servicio General de Identificación Personal (Segip) y la amenaza de los suboficiales y clases de dejan sin vigilancia a las instituciones bancarias y centros penitenciarios.
A la toma por la fuerza de las oficinas de los comandos departamentales en Cochabamba, Oruro, Potosí y Sucre se suma la quema de documentos en los tribunales policiales. Mientras, el gobierno nacional llama al diálogo a los representantes de los uniformados.
En la sede de gobierno los efectivos de bajo rango se mantienen en vigilia amotinados en instalaciones de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) y quemaron documentación e insumos de las oficinas del Segip, del departamento de inteligencia y del Tribunal Superior de Disciplina de la institución del orden.
En la cárcel de San Pedro los presos y guardias siguen sublevados y se ubican en el techo del centro penitenciario a la espera de noticias desde sus bases.
Entretanto el alcalde paceño, Luis Revilla, manifestó que los festejos y entrega de obras por las fiestas julianas podrían ser postergadas debido a la convulsión social que vive el país.
Las oficinas del Segip se cerraron en todo el país ante la posible toma de los policías, como ya ocurrió en La Paz y Oruro.
En Cochabamba las esposas de los uniformados se mantienen en huelga de hambre, los manifestantes procedieron a quemar la documentación del comando departamental.
Los policías se replegaron en sus respectivas unidades en el valle mostraron el armamento con el que resguardan las calles. “Si nos provocan habrá una reacción”, dijo un vocero de la Anssclapol en ese departamento.
Mientras que en Tarija, los guardias de los pasos fronterizos de Yacuiba y Villamontes dejaron sus puestos y se replegaron a sus unidades. Las entidades bancarias en esa ciudad trabajan a puerta cerrada y sin control policial.
En Trinidad los uniformados de bajo rango amotinados en el Comando Departamental arrojaron a la calle documentos de la institución.
En la capital cruceña los policías se mantienen amotinados en el penal de Palmasola y aseguran que nadie entra ni sale del recinto desde ayer.
Ante esta situación, el ministro de gobierno, Carlos Romero, en conferencia de prensa desde el Palacio de Gobierno, invocó a los representantes de las esposas de los policías y uniformados de rango bajo a retomar el diálogo con las autoridades estatales.
Romero manifestó que “el Ejecutivo ha previsto un incremento salarial para el sector” y pidió que los uniformados dejen las acciones que están perjudicando a los ciudadanos.
Las esposas de los policías comenzaron la protesta para pedir que sus maridos tengan un sueldo similar a los efectivos del Ejército, la abrogación de la Ley 101 de Régimen Disciplinario de la Policía, una jubilación con el 100% de sus haberes y la creación de la Defensoría del Policía, para lograr su objetivo instalaron vigilias y huelgas de hambre en ocho de las nueve capitales de departamento y desde ayer provocaron la toma y amagos de enfrentamiento con los oficiales.