"Lo siento por los muertos, lo siento. Todos vamos a morir un día, aquí todos moriremos algún día (...) De nada sirve huir de esto, de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricones", dijo el mandatario en una ceremonia en el Palacio del Planalto.
El presidente Jair Bolsonaro dijo el martes que es necesario enfrentar la pandemia del coronavirus con coraje y que Brasil debe dejar de ser "un país de maricones", en una referencia peyorativa al miedo al COVID-19, la enfermedad que ha matado a más de 162.000 de personas e infectado a 5,67 millones en el país.
"Todo ahora es pandemia, hay que acabar con eso. Lamento los muertos, lamento. Todos nos vamos a morir un día, aquí todos van a morir. No sirve de nada huir de eso, huir de la realidad. Tienen que dejar de ser un país de maricas. Tenemos que enfrentar de pecho abierto, luchar", dijo el ultraderechista en el Palacio del Planalto, sede del Gobierno federal.
Las declaraciones fueron dadas durante un discurso oficial sobre el turismo. "Ustedes se fueron al suelo en esa pandemia, que fue sobredimensionada", declaró al público.
Este martes, Bolsonaro ya había llamado la atención al conmemorar como victoria personal la interrupción en Brasil de la fase de estudios de la vacuna CoronaVac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac.
"Muerte, invalidez, anomalía... esta es la vacuna que (el gobernador de Sao Paulo Joao) Doria quería obligar a los paulistas a tomar. El presidente dijo que la vacuna jamás podría ser obligatoria. Otra que gana Jair Bolsonaro", declaró el mandatario en Facebook.
Bolsonaro adjuntó un enlace sobre la suspensión de la vacuna en respuesta a un internauta que preguntaba si el Gobierno compraría y produciría la vacuna en caso de que los ensayos -actualmente en fase 3- muestren que es eficaz y segura.