El mandatario Jair Bolsonaro, que se manifiesta en contra del aislamiento alegando que los impactos económicos serán peores que el propio brote de coronavirus, visitó primero el Hospital de las Fuerzas Armadas, luego fue a una farmacia y después visitó a uno de sus hijos.
Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a circular por Brasilia este viernes, provocando aglomeraciones y saludando a sus partidarios, pese a las normas de aislamiento social decretadas por el Distrito Federal y defendidas por especialistas de salud para contener la propagación del coronavirus.
El mandatario, que se manifiesta en contra del aislamiento alegando que los impactos económicos serán peores que el propio brote de coronavirus, visitó primero el Hospital de las Fuerzas Armadas, luego fue a una farmacia y después visitó a uno de sus hijos en una zona residencial, según vehículos de prensa que acompañaron a Bolsonaro por la mañana.
En una de sus paradas, el presidente saludó a sus partidarios que se aglomeraron para verlo, mostraron las imágenes, aunque algunas personas también lo criticaron por estar en las calles y golpearon ollas, como ha ocurrido cada vez que Bolsonaro realizada cadenas televisivas.
El jueves, Bolsonaro ya había violado las reglas de aislamiento social al visitar una panadería y abrazar a sus partidarios.
Ante las críticas a las medidas, y el propio comportamiento del presidente, gobernadores han alertado a la población de que podrían endurecer las restricciones a medida que afirman que se produce una baja en la adhesión de las cuarentenas.
Datos de esta semana analizados por Reuters apuntaron que el aislamiento social impuesto por las mayores ciudades brasileñas para enfrentar la epidemia comenzó a perder fuerza.