La Cámara de los Comunes vuelve al trabajo tras la dramática decisión de la Corte Suprema, que declaró "ilegal" y "sin efecto" el cierre del Parlamento por el primer ministro Boris Johnson, quien regresó a Londres.
Londres. Un desafiante Boris Johnson regresaba a Reino Unido a primera hora de este miércoles después de que el Tribunal Supremo británico dictaminara que la suspensión del Parlamento por el primer ministro fue ilegal, alejando aún más el final de la profunda crisis política surgida a raíz del Brexit.
Johnson está decidido a sacar a Reino Unido de la Unión Europea el 31 de octubre con o sin un acuerdo de salida, pero la mayoría de los miembros del Parlamento están igualmente resueltos a evitar el escenario conocido como "Brexit sin acuerdo".
La Cámara de los Comunes, donde Johnson no cuenta con la mayoría de los apoyos, volverá a reunirse a las 11:30 a.m del miércoles después de que el Tribunal Supremo británico declarase la suspensión parlamentaria nula y sin efectos.
No está claro lo que sucederá a continuación. Johnson ha rechazado las peticiones de dimisión de algunos miembros de la oposición. El partido laborista, profundamente dividido en torno al Brexit, parece vacilar sobre si presentar o no una moción de censura para intentar derrocar a Johnson.
El primer ministro de Reino Unido ha repetido numerosas veces que su resultado ideal para el Brexit sería llegar a un acuerdo de salida con los otros 27 miembros de la UE antes de la fecha límite del 31 de octubre, lo cual esperaba lograr a tiempo.
Sin embargo, los negociadores de la UE dicen que no ha hecho nuevas propuestas capaces de desbloquear la cuestión de cómo gestionar la frontera entre la República de Irlanda, país miembro de la UE, e Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, después del Brexit.
Tras el anuncio del fallo, Johnson se mostró combativo al decir a los periodistas en Nueva York que no estaba de acuerdo con la decisión de los jueces, quejándose de que había mucha gente tratando de frustrar el Brexit en contra de la voluntad del pueblo.
Al otro lado del espectro, uno de los antiguos miembros del gabinete de Johnson, Amber Rudd, dijo que sería irresponsable que el Gobierno considere el fallo como una medida anti-Brexit cuando el argumento del primer ministro siempre fue que su decisión de suspender el Parlamento no tenía nada que ver con el Brexit.
El exministro Dominic Grieve, un influyente miembro del Parlamento e integrante de los rebeldes anti-Johnson dentro del partido conservador, acusó al primer ministro de comportarse "como un elefante en una cacharrería", afirmando que la única solución a la crisis política es celebrar un segundo referéndum.
Antes de la suspensión parlamentaria, los Comunes habían aprobado una ley que obligaba a Johnson a pedir a la UE que retrasara el plazo del 31 de octubre si no se llegaba a un acuerdo de salida para el 19 de octubre. Cuando los periodistas le preguntaron el martes cómo planeaba superar ese obstáculo, Johnson se limitó a ignorar la pregunta e insistió en que el Brexit tendría lugar el 31 de octubre, pase lo que pase.