Todos los Estados que emergieron tras el derrumbe de Yugoslavia quieren incorporarse al bloque europeo.
Dubrovnik, Croacia. Bosnia aplazará su solicitud de membresía a la Unión Europea hasta que reciba más señales de acogida por parte de Bruselas, dijo el sábado el ministro de Relaciones Exteriores.
Todos los Estados que emergieron tras el derrumbe de Yugoslavia quieren incorporarse a la UE. Eslovenia ya es miembro, Croacia espera incorporarse en 2012, Serbia, Montenegro y Macedonia han solicitado la membresía, mientras Bosnia va a la zaga debido a sus constantes divisiones étnicas.
La Oficina del Alto Representante (OHR), formada después de la guerra de entre 1992 y 1995, aún tiene la autoridad para destituir funcionarios bosnios o cambiar leyes que considera ponen en peligro la frágil paz del país.
El país, dividido en República Bosnia de Serbia y una Federación Musulmana-Croata, es mayormente disfuncional y las reformas tuvieron que ser suspendidas por disputas étnicas. Pero como otros Estados en los Balcanes, Bosnia ha declarado la membresía de la UE como su meta final.
"Este es también nuestro principal objetivo, pero parece que la Comisión Europea es muy renuente a aceptar la solicitud de Bosnia Herzegovina en tanto la OHR esté presente", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Sven Alkalaj, en una conferencia en Dubrovnik. "Considero personalmente que esta no es una buena táctica", agregó.
Funcionarios internacionales dicen que no finalizarán el estado de protectorado de Bosnia hasta que las dos mitades étnicas acuerden en una serie de condiciones, incluyendo cómo dividir propiedad estatal.
Alkalaj había expresado previamente su esperanza de que Bosnia solicitara la membresía a fines del 2009, pero las permanentes tensiones étnicas frustraron tales esperanzas. Otro factor de retraso, dijo Alkalaj, fueron las elecciones parlamentarias de octubre.
La Unión Europea ha dicho que quiere que todos los Estados de los Balcanes eventualmente se incorporen, pero muchos diplomáticos creen que podría haber un largo proceso por delante, dado el lento ritmo de reformas en la región.