El debate fue comandado por el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, de origen radical y ahora aliado al kirchnerismo, segundo en la línea de sucesión presidencial, detrás de Boudou.
Buenos Aires. La oposición en Argentina presionó este jueves al oficialismo para que el vicepresidente Amado Boudou, procesado en un caso de presunta corrupción, no presidiera una sesión en el Senado donde se iba a tratar una iniciativa de interés para el gobierno, algo que finalmente consiguió.
La oposición, que desde el procesamiento de Boudou reclama el alejamiento del funcionario, advirtió al oficialismo que no acudiría al debate si la sesión la presidía el vicepresidente y titular del Senado.
En la sesión iba a tratarse una iniciativa que el gobierno quiere convertir en ley en forma rápida y, para habilitar el debate sin tener que pasar antes por los canales normales, el oficialismo requería un quórum especial, con la presencia de tres cuartas partes de los integrantes de la Cámara, es decir, con parte de la oposición.
Por ello, ante la presión de los opositores, cedió y Boudou finalmente no presidió la sesión.
El debate fue comandado por el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, de origen radical y ahora aliado al kirchnerismo, segundo en la línea de sucesión presidencial, detrás de Boudou.
Con la discusión habilitada por la presencia de opositores, el oficialismo finalmente consiguió dar su visto bueno por unanimidad y girar a la Cámara de Diputados para su rápido tratamiento un proyecto que protege los activos de los bancos centrales extranjeros ante los tribunales argentinos.
El Ejecutivo apura la aprobación de ese proyecto antes de la visita del presidente chino, Xi Jinping, prevista para el próximo día 18, en el marco de la cual podrían anunciarse acuerdos que requerían de esta garantía.
"Este es un tema de Estado, importante para la Argentina, que no hubiera podido haber sido tratado por este bloque sin el apoyo de otros", afirmó en la sesión de hoy el jefe de la bancada oficialista, Miguel Pichetto.
La iniciativa establece que "los bancos centrales extranjeros u otras autoridades monetarias extranjeras son inmunes a la jurisdicción de los tribunales argentinos".
Según el proyecto, los activos de estas entidades extranjeras que "sean utilizados para el normal desenvolvimiento de las actividades estaduales relativas a la ejecución de la política monetaria, gozan de inmunidad de jurisdicción" ante la Justicia argentina respecto de cualquier medida coercitiva que pudiera afectarlos.
La inmunidad "será aplicable en la misma medida en que los activos del Banco Central de la República Argentina gocen de inmunidad conforme la legislación del país al cual pertenece el banco central extranjero de que se trate".
Esta inmunidad dejaría a salvo a los depósitos del Banco Central argentino en esos países ante intentos de embargo de terceros litigantes, como los fondos buitre.
Pichetto destacó la importancia de brindar "inmunidad de reservas a bancos centrales y autorizar al Banco Central de Argentina, dentro del marco de esta ley, a poder suscribir convenios de este tipo".
En este sentido, recordó que, como parte de la comitiva de Xi Jinping, visitará el país el titular del Banco Central chino, Zhou Xiaochuan.
"Es un tema de envergadura, de importancia para garantizar inmunidad de las reservas y para garantizar la reciprocidad", insistió Pichetto.