La Corte condenó este miércoles al ex presidente de la Cámara de Diputados, Joao Paulo Cunha, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), a nueve años y cuatro meses de prisión por corrupción pasiva, peculato y lavado de dinero.
Brasilia. El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil concluyó en la noche de este miércoles la fijación de penas para los condenados en el caso del esquema de compra de votos en el Congreso conocido como el Mensalao, que representó en 2005 la mayor crisis política del gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El Mensalao había asegurado los votos faltantes a la base aliada al gobierno de Da Silva para la aprobación de algunos de los proyectos más importantes enviados al Congreso en sus dos primeros años de gobierno, entre 2003 y 2005.
La Corte condenó en la noche de este miércoles al ex presidente de la Cámara de Diputados, Joao Paulo Cunha, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), a nueve años y cuatro meses de prisión por corrupción pasiva, peculato y lavado de dinero.
Al mismo tiempo, el ex diputado Roberto Jefferson, quien fuera el delator del esquema de corrupción, fue beneficiado con una pena reducida a siete años y 14 días de reclusión.
Esta semana, la Corte había condenado a los diputados Valdemar Costa Neto (ocho años y diez meses de prisión) y Pedro Henry (cuatro años y ocho meses), y a los ex diputados José Borba (dos años y seis meses), Carlos Alberto Rodrigues (seis años y tres meses), Romeu Queiroz (seis años y seis meses)
El STF consideró culpables a 25 de un total de 38 acusados por su participación en el Mensalao, incluyendo el ex jefe de gabinete del ex presidente Lula da Silva, José Dirceu, condenado a 10 años y 10 meses de cárcel, quien deberá pagar su pena en régimen cerrado.
También fue condenado el ex presidente del PT, José Genoin a seis años y 11 meses de reclusión, además de otros dirigentes políticos, banqueros y empresarios.
El juicio, que ya dura 4 meses, es el más largo de la historia del STF, y considerado uno de los más relevantes en los 183 años de historia de la Suprema Corte brasileña.
El proceso llegó al STF en julio de 2005, un mes después de que el caso fuera denunciado en la prensa, y en abril de 2006 el procurador general de la República, Antonio Fernando de Souza, presentó una denuncia oficial, lo que resultó en una acción penal abierta en agosto de 2007.
De los 25 reos considerados culpables, 13 cumplirán pena en régimen cerrado -por haber sido condenados a más de 8 años de prisión-, diez en régimen semiabierto, que permite a los detenidos salir durante el día y regresar a la cárcel sólo para dormir, y dos cumplirán penas alternativas.
Sumadas, las penas llegan a más de 280 años de prisión, y las abultadas multas impuestas a los responsables acumulan más de 10 millones de dólares.
El STF retomará el juicio del Mensalao el próximo miércoles para discutir el futuro de los parlamentarios condenados que tienen mandato vigente.
Joao Paulo Cunha, Valdemar Costa Neto y Pedro Henry podrían perder sus derechos políticos, lo que significaría en la casación de sus mandatos, o bien la Corte podría decidir que la palabra final sea dada por la Cámara de Diputados.