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Brasil: duro encuentro televisivo entre Rousseff y Silva
Martes, Septiembre 2, 2014 - 17:36

Marina Silva acusó a la mandataria de no reconocer los errores y limitaciones de su gobierno. Dilma Rousseff, a su vez, sostuvo que su rival del Partido Socialista Brasileño hace promesas de gobierno sin aclarar cómo pretende financiarlas.

Las dos mayores candidatas al gobierno de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff y Marina Silva, libraron el segundo duelo previo a los comicios del 5 de octubre. Temen que confesión evangélica de Silva frene libertades personales.

Silva, quien según las últimas encuestas es favorita a ganar la segunda vuelta electoral y frustrar el proyecto de Rousseff de lograr un segundo mandato, acusó a la mandataria de no reconocer los errores y limitaciones de su gobierno y de poner en riesgo las conquistas sociales de los últimos años en razón de una política económica equivocada.

"La estabilidad económica fue una conquista de la sociedad brasileña descuidada por la presidenta Dilma, y no hay responsabilidad fiscal como debería... Si vuelve la inflación no habrá cómo tratar los temas de educación, salud, movilidad urbana y seguridad pública", sostuvo.

Rousseff, a su vez, sostuvo que su rival del Partido Socialista Brasileño (PSB) hace promesas de gobierno sin aclarar cómo pretende financiarlas, y que no dispondrá de una base de apoyo en el Congreso para llevar adelante su proyecto.
"El peor riesgo es no comprometerse con nada, pronunciar frases de efecto y frases genéricas. El que quiere ser presidente tiene que decir cómo hará, de dónde viene el dinero", disparó Rousseff, quien advirtió además que "sin apoyo en el Congreso no es posible asegurar un gobierno sin crisis institucionales".

Inquieren a Silva por fortuna ganada en los últimos años. La líder ambientalista, quien ingresó a fines de agosto en la disputa electoral tras la muerte en un accidente aéreo del candidato del PSB a la Presidencia, Eduardo Campos, también fue duramente cuestionada por los demás postulantes y por los periodistas que participaron en el debate.

El analista político Fernando Rodrigues, del portal UOL, retó a Silva a revelar los nombres de las empresas que, en los últimos tres años, le pagaron más de siete millones de dólares por conferencias, como forma de demostrar su compromiso de conducir un gobierno transparente.

La líder ambientalista afirmó que la confidencialidad ha sido exigida por las empresas: "Si los que me contrataron quieren revelar, yo no tendré problema alguno". "Yo vivo en forma honesta, dicto conferencias para llevar a todo Brasil mi mensaje de desarrollo sostenible. No veo incompatilidad entre mi trabajo y mi propuesta de renovación de la política. Nunca busqué cargo público para poder sobrevivir", afirmó.

Confesión evangélica de Silva, ¿mal presagio para libertades civiles? Además, Silva fue cuestionada sobre su fe evangélica y sobre cómo ello afectaría su posición frente a temas como aborto, el respeto de los derechos de la comunidad LGTBI y la despenalización de las drogas.
La candidata del PSB reconoció que tiene posiciones "personales" sobre estos temas, pero aseguró que defiende que las propuestas en este sentido sean debatidas "con cuidado y responsabilidad". "No es un tema fácil: hay cuestiones morales, éticas, espirituales, médicas. Pero yo no satanizo a los que defienden la legalización de las drogas ni tampoco el aborto. Abogo por que hagamos un debate", expresó.

Según una encuesta del Instituto Datafolha divulgada el sábado, si la elección del 5 de octubre se realizara hoy Rousseff y Marina Silva terminarían empatadas con 34% de los votos y, en la segunda vuelta, la líder ambientalista se impondría con 50% de los sufragios, frente al 40% de la mandataria.

Autores

Deutsche Welle