La oposición venezolana aceptó mediación de la Unasur. Serían tres delegados suyos y tres del gobierno de Nicolás Maduro.
El escenario venezolano no puede ser más difícil: 35 muertos, 400 heridos y 60 denuncias de abusos de derechos humanos; dos alcaldes opositores, además de Leopoldo López, detenidos; la destitución de la diputada María Corina Machado, figura emblemática del ala radical de la oposición, por presentarse en la OEA como representante alterna de Panamá, además de amenazas contra el excandidato presidencial, Henrique Capriles, y el alcalde del municipio de Chacao, Ramón Muchacho.
A eso se suman la captura e investigación de tres uniformados de la Fuerza Aérea por una supuesta intentona golpista, el desabastecimiento, la devaluación del bolívar y la creciente polarización que ha dado señales de una peligrosa irracionalidad.
Con esa coyuntura se debe abrir el diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición. La visita de dos días de varios cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) parece haber allanado el camino. La colombiana María Ángela Holguín, el argentino Héctor Timerman, el boliviano David Choquehuanca, el ecuatoriano Ricardo Patiño, el uruguayo Luis Almagro y el brasileño Luiz Alberto Figueiredo se reunieron con actores que participan en la Conferencia de Paz convocada por el gobierno, con los estudiantes y con miembros de la oposición, que acordó iniciar un diálogo, aunque con la participación de un tercero.
José Ramón Aveledo, presidente de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que está cada vez más dividida entre el ala radical (Leopoldo López, Corina Machado y Antonio Ledezma) y la moderada (Henrique Capriles), aseguró que “para esa reunión se debía convenir una agenda que se refiera a los problemas reales que tiene Venezuela, con la presencia de un tercero de buena fe que sería acordado por quienes dialogan”. Hasta ahora se había hablado de dos posibles mediadores, uno de ellos el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cuyos buenos oficios fueron rechazados por el presidente Maduro.
Gustavo Márquez, ex embajador de Venezuela en Colombia, dijo que la mediación no es necesaria. “No es lógico que se plantee una mediación de nadie, porque aquí no hace falta mediación de nadie”, afirmó en un programa radial venezolano.
José Mujica, presidente de Uruguay, había ofrecido su gestión para promover el diálogo entre la oposición y Maduro. “Para evitar que se profundice un conflicto de esa naturaleza, yo voy a cualquier lado si es necesario”, aseguró. El ofrecimiento fue bien recibido por una parte de la oposición, “por su respeto internacional y su sintonía con el gobierno bolivariano”, pero la otra criticó su apoyo a Maduro.
Miembros de la oposición que participaron en la reunión con los cancilleres de Unasur aseguraron que el tercero podría llegar desde Brasil. Según explicaron, ese país quiere mantener su liderazgo regional y no quiere que la situación en Venezuela derive en una guerra civil, “por eso Brasil coordinaría la mesa de negociaciones”.
Incluso ya se habría acordado cuál sería el mecanismo. “La Mesa de Unidad aceptó mediación y ya se plantean tres delegados de la oposición y un número igual del Gobierno. Esos nombres se conocerían en los próximos días”. Una de las condiciones que habría puesto la oposición es abordar primero temas como los abusos a los derechos humanos.
“El asunto de los presos políticos, la justicia para todas las víctimas, el desarme de los colectivos afines al Gobierno y la necesidad de afrontar las causas profundas del descontento, como son la situación económica y la inseguridad, son los temas prioritarios”, aseguró Aveledo.