"La cantidad de caravanas de inmigrantes haitianos que está entrando por la frontera esta semana es muy grande y nos preocupa mucho. Temo que suceda alguna tragedia", denunció el secretario de Derechos Humanos del estado de Acre, Nilson Mourao.
Rio de Janeiro. Las autoridades regionales del estado brasileño de Acre (oeste del país y limítrofe con Perú y Bolivia) pretenden pedir al gobierno federal el cierre temporal de la frontera entre Perú y Brasil ante la entrada masiva de inmigrantes haitianos que llegaron la última semana y ante lo cual las autoridades no pueden hacer frente, informaron hoy fuentes oficiales.
"La cantidad de caravanas de inmigrantes haitianos que está entrando por la frontera esta semana es muy grande y nos preocupa mucho. Temo que suceda alguna tragedia. Nuestro albergue, que tiene capacidad para 300 haitianos, tiene a día de hoy 1.200", denunció ante los medios de comunicación el secretario de Derechos Humanos del amazónico estado de Acre, Nilson Mourao.
Según el funcionario, habitualmente llegan entre 20 y 30 haitianos al día a la frontera, aunque en la última semana, la cifra ha aumentado hasta entre 70 y 80 ciudadanos del país caribeño diarios.
Mourao solicitó al gobernador de Acre que pida al ministro de Justicia brasileño, José Eduardo Cardozo, el cierre temporal de la frontera en Brasiléia, por donde entran todos los haitianos.
Según números de la Policía Federal, entre enero y septiembre de 2013 entraron más de 6.000 haitianos ilegalmente a Brasil por la frontera con Perú, mientras que en 2012, fueron 2.318.
"A cada inicio de año crece la llegada de inmigrantes ilegales, aunque este año fue mucho peor. Según explican los haitianos, los coyotes escamparon por Haití y la República Dominicana que Brasil cerraría las fronteras a inicios de año, lo que provocó un éxodo mayor", comentó Mourao.
"Lo que nos preocupa es que antes, los que llegaban se iban rápido a otros puntos del país, en busca de trabajo. Pero ahora, como es inicio de año y las empresas no necesitan personal, nos quedamos con un gran flujo (de inmigrantes) retenidos", agregó el secretario regional de Derechos Humanos.
La aglomeración de haitianos en el albergue de Brasiléia hace que Mourao tema una tragedia, al estar muy por encima de su capacidad: "Estamos previendo la inminencia de una gran tragedia, un incendio, peleas o muertes. Es difícil controlar a tanta gente", dijo.
La inmigración de haitianos en Brasil empezó en enero de 2010, tras el devastador terremoto que asoló la isla y que acabó con la vida de unas 222.570 personas según cifras oficiales y dejó a más de un millón de personas sin hogar.
Según el gobierno de Acre, desde diciembre de 2010, unos 15.000 haitianos han entrado en Brasil por la frontera peruana.