El candidato presidencial de oposición perdió otra oportunidad potencial de descontar más terreno a Dilma Rousseff, cuando Marina Silva anunció que el PV se mantendrá neutral en balotaje.
Sao Paulo. El candidato opositor a la presidencia de Brasil, José Serra, perdió este domingo la oportunidad de recortar distancias en la carrera al balotaje luego de que el influyente Partido Verde decidió mantenerse neutral y él no logró avances importantes en un debate.
El ex gobernador del estado de Sao Paulo ha ido descontando la diferencia que la candidata oficialista, Dilma Rousseff, le sacó en la primera vuelta el 3 de octubre, pero a dos semanas del balotaje sigue segundo en las encuestas.
En el segundo debate televisado tras la primera vuelta, Rousseff y Serra discutieron sobre privatizaciones y políticas de infraestructura, pero mayormente evitaron las acusaciones personales que calentaron la campaña en el primer debate entre ellos dos.
Rousseff, ex jefa de gabinete del popular presidente Luiz Inácio Lula da Silva, trató persistentemente de presentar a Serra y a su partido, el centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), como una amenaza que pondría en riesgo la prosperidad económica de Brasil privatizando activos estatales.
"Quiero saber si el candidato volverá al proceso de privatización del que nosotros sacamos a las firmas", dijo Rousseff, la candidata del izquierdista Partido de los Trabajadores que con 62 años podría convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.
Caracterizar al PSDB como el partido de la "privatización" resultó una estrategia exitosa para Lula hace cuatro años, cuando venció al candidato del PSDB, Geraldo Alckmin, en el balotaje.
Serra, de 68 años, negó tener alguna agenda privatizadora, y acusó a la campaña de Rousseff de "mentir todo el tiempo con propósitos electorales".
"Se acerca una elección y el Partido de los Trabajadores trae el tema de las privatizaciones, que no tiene nada que ver con los problemas reales de Brasil", dijo Serra, cuyo desempeño en el debate fue sólido pero podría no haber sido suficiente para convencer a los votantes.
La carrera presidencial se ha estrechado en las últimas encuestas, pero Rousseff sigue siendo la favorita y todavía tiene una ventaja de entre 6 y 7 puntos en la mayoría de los sondeos.
Lo más notorio del debate fue que ambos candidatos evitaron discutir valores religiosos y particularmente el tema del aborto, una señal de que la campaña podría estar alejándose de las cuestiones de fe.
El apoyo de Rousseff en el pasado a una mayor apertura en el tema del aborto le hizo perder votos en la primera ronda, luego de que líderes católicos y evangélicos les dijeron a sus feligreses que no la apoyaran.
Serra también la ha atacado por cambiar su postura sobre el aborto. El sábado, el candidato del PSDB emitió un comunicado negando reportes de medios de que su esposa alguna vez se practicó un aborto.
Neutralidad del Partido Verde. Serra perdió otra oportunidad potencial de descontar más terreno a Rousseff el domingo más temprano cuando el Partido Verde optó por mantenerse neutral en el balotaje, prefiriendo influir con su 19% obtenido en la primera ronda para impulsar su agenda ambientalista.
La ex candidata Marina Silva afirmó que la neutralidad dará al Partido Verde más influencia de cara al balotaje.
"Deberíamos ubicarnos en una posición de moderadores", dijo Silva, ex ministra de Medio Ambiente en el gobierno de Lula y reconocida defensora del Amazonas que terminó en un sólido tercer puesto en la primera vuelta, forzando el balotaje.
Tanto Rousseff como Serra han cortejado a Silva desde que surgió de la primera vuelta con una potencial capacidad de definición, pero la candidata ya había insinuado que era improbable que se volcara por alguno de los dos.
Algunos analistas han dicho que la neutralidad del Partido Verde podría significar un contratiempo para Serra, que está buscando atraer tantos votos como le sea posible para ganar las elecciones.
El Partido de los Trabajadores nunca tuvo confianza en quedarse con el apoyo del Partido Verde.
Silva, que cosechó el 19% de los votos en la primera vuelta, dijo a Reuters el viernes que el tono agresivo de la campaña ha impedido tanto a Rousseff como a Serra discutir en profundidad los problemas de Brasil.