La candidata del Partido Verde ve pocas diferencias claras entre la opción oficialista de Dilma Rousseff y la candidatura del opositor José Serra.
Sao Paulo. Marina Silva, la ex candidata a la presidencia de Brasil por el Partido Verde (PV) que obtuvo un apoyo mayor al esperado y salió tercera, se ha convertido en una figura clave para el balotaje, aunque parece muy improbable que apoye a alguno de los candidatos en disputa.
En una entrevista con Reuters este viernes, Silva declinó decir si instaría a su partido a apoyar a la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, a José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), o si se mantendría neutral en una convención este domingo.
Sin embargo, dijo que está decepcionada con el tono agresivo de ambas campañas desde el 3 de octubre, cuando obtuvo 19% de los votos en la primera vuelta, y que ve pocas diferencias claras entre Rousseff y Serra.
Silva dijo que ambas campañas se le han acercado en busca de su apoyo y que ella aún está escuchando.
No obstante, al consultarle si alguno de los candidatos se había destacado desde la primera vuelta, contestó: "Hasta ahora, lamentablemente, creo que están perdiendo una gran oportunidad de debatir Brasil en profundidad".
"Ambos son muy similares. Ambos son desarrollistas, pro crecimiento (...) parecen administradores. Pero Brasil no necesita sólo un administrador. Necesita alguien con visión estratégica", sostuvo.
La ex ministra de Medioambiente dijo que tanto el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como su predecesor, Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, demostraron esa visión al crear programas de bienestar social y controlar la inflación, respectivamente.
"Brasil aún necesita este tipo de visión", afirmó Silva.
"Cuando la tienes, puedes tener a los mejores administradores. Pero cuando eres sólo un administrador, podemos perder fácilmente nuestro impulso sobre cosas que necesitan ser realizadas", señaló.