Ya en guardia por los ataques de los últimos meses en París, Bruselas y Orlando, autoridades brasileñas se reunieron en Río de Janeiro para evaluar los preparativos para los Juegos, que comienzan el 5 de agosto.
Río de Janeiro. Brasil reforzará los cordones de seguridad, añadirá más controles de carreteras y registrará a más visitantes en Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos de agosto para mejorar la seguridad, después de que un ataque con un camión en Francia dejó al menos 84 muertos, dijo el viernes el Gobierno.
Ya en guardia por los ataques de los últimos meses en París, Bruselas y Orlando, autoridades brasileñas se reunieron en Río de Janeiro para evaluar los preparativos para los Juegos, que comienzan el 5 de agosto. La ciudad, en la que la policía enfrenta problemas logísticos y operativos diariamente, espera hasta unos 500.000 visitantes extranjeros.
Las autoridades dijeron el viernes que aumentará el número de perímetros de seguridad, chequeos al azar a los visitantes y controles viales en todo Río.
"Brasil confía en sus preparativos", dijo el ministro de Deportes, Leonardo Picciani, a Reuters. "El personal está preparado, se han seguido todos los protocolos y estamos usando las herramientas de seguridad y las técnicas de defensa más modernas", agregó.
Además de desplegar unos 85.000 policías, soldados y otro personal de seguridad, más del doble de lo utilizado en los Juegos de Londres 2012, Brasil ha estado cooperando con los servicios de inteligencia extranjeros y militares para compartir información, estrategias y tácticas.
El ministro de Defensa, Raul Jungmann, dijo que se dispondrá de 3.200 soldados adicionales para una fuerza de contingencia que se sumarán a los 21.000 militares ya designados para Río.
"El incidente en Niza nos preocupa y se traducirá en más controles, más seguridad, más gente y procedimientos que serán ampliados", dijo Jungmann a periodistas, y agregó que habrá un "peine fino" de todos los protocolos de seguridad.
El viernes, oficiales de la policía estatal en Río realizaron simulacros de seguridad, incluyendo la simulación de la detención de un terrorista con un helicóptero y un equipo SWAT. Se llevaron a cabo también ejercicios militares simulando bombas y ataques químicos y una situación en el mar.